Sigur Rós – ( )
Sin titulo, en blanco, sin letras … solo música. Los chicos de la lejana Islandia vuelven con nuevo disco bajo el brazo. Un disco sin titulo, sin nombres de canciones, con nuevo idioma (el «hopelandic»). El librito interior nos viene con 8 paginas en blanco, ellos mismos decían: “Es como el cuaderno de la escuela. Queremos que la gente pueda escuchar, relajarse y escribir la letra que le sugiera, o dibujar, o lo que quieran. Creemos que la música es algo más que sonidos, es una experiencia artística total de la que todos debemos ser partícipes”. Son grandes, como Mogwai.
Un disco que se estructura en 2 partes. La primera de ellas, quizás es la más tranquila, la más relajada, 4 canciones que nos hacen subir a una nube y visualizar el mundo desde arriba. La segunda parte es un poco mas dura, refleja a unos Sigur Rós mas en la línea de la psicodélica, con subidones que dan un verdadero escalofrío. Son ocho temas en total, con un final de lo mas psicodélico.
Un disco un tanto alejado de su anterior álbum, el «Ágaetis Byrjun», sin mucha orquestación, menos brillante en ese aspecto, pero mejorado por otra parte con temas como los dos que cierran el disco. Estamos delante de una banda que no sigue los tópicos de la música, sino que dan una alternativa. Reivindican otra forma de hacer música. Y eso es de agradecer, ya que no están presionados para tener que estar en el numero uno de ventas.
Dentro de poco nos visitaran en nuestro país, y podremos comprobar como en Islandia también hay gente a parte de Björk creando música inteligente.