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Pj Harvey – White chalk

Tras tres años sin publicar, la musa del rock inglés, Polly Jean Harvey, vuelve con un nuevo álbum. Rodeada de sus colaboradores habituales, como Flood y John Parish a la producción, también ha contado con la participación del gran Jim White (Dirty Three) y de Eric Drew Feldman (Captain Beefhart). White chalk (Island, 2007) es el séptimo trabajo de su carrera y, una vez mas, una nueva transformación musical que nos sorprende agradablemente. Aunque tenemos que avisar que su escucha puede provocar estadios de tristeza si nos encontramos bajos de ánimo.

Dicho esto, lo primero con que nos encontramos en este viaje es un cambio de registro inesperado. PJ aparca sus guitarras y se sienta delante de viejos pianos para susurrarnos con su extraordinaria voz. Canciones que de primeras nos parecen muy simples, limpias, pero que albergan pequeños arreglos que las hacen profundas e intensas. Aunque hay pequeñas dosis de guitarra en el disco, como por ejemplo en la propia que da titulo al disco, en la que también nos encontraremos con un banjo.

Líricamente nos baja la moral contándonos cómo la muerte, la soledad, los corazones rotos y la tristeza se apoderan de sus pensamientos y vivencias. Es difícil destacar un par de temas, pues la homogeneidad de la grabación hace que se valore más el conjunto. Aun así hay una pieza clave, The devil, con la que abre las puertas de su nuevo trabajo. Los agudos de su voz dejarán a mas de uno atrapado para todo el disco. Y si en White Chalk hace alusión al asunto del aborto con esta escalofriante línea “The unborn child in me”, con To talk to you nos vuelve a sacudir al escuchar “Oh grandmother, I’m so lonely / all of my life”. Grow grow grow suena fantasmagórica, como si tuviéramos multitud de espíritus sobrevolando nuestras cabezas y para cerrar el álbum la melodía de The mountain nos evoca el grito de unas águilas sobrevolando montañas. Once temas que se nos pasarán en un suspiro, pues en total apenas superan la media hora de duración.

Si en su primerizo Dry (To Pure, 1989) la rabia se convierte en su principal aliado, en este White chalk la pena es quizás la compañía predominante, junto con el remordimiento y la tristeza. ¿Se nos hace mayor PJ? Y es que el dolor y la tristeza son sentimientos que en esta vida nos acompañan y cada cierto tiempo nos sacuden para recordarnos que los llevamos siempre con nosotros. Pero ahora es tiempo de disfrutar del disco, aunque pensando en el futuro, ¿cómo será el próximo? Quién sabe, pero seguro que volverá a sorprendernos.

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