Se estrena finalmente otra de las favoritas a los inminente Oscar 2025, candidata a ocho estatuillas, la película dirigida por James Mangold sobre la figura de Bob Dylan en los comienzos de su carrera.
En los recientes SAG Awards 2025, Timothée Chalamet se llevó el premio a Mejor Actor por su interpretación de Bob Dylan en A Complete Unknown. Chalamet no quitó un ápice de mérito a este premio, pese a su juventud, al ser el actor más joven que recibe el galardón: «Sé que lo más elegante sería restarle importancia al esfuerzo que puse en este papel y a lo que significa para mí, pero la verdad es que fueron cinco años de mi vida». Y es cierto, dado que la preparación, que iba a ser de unos meses, se convirtió en largos cinco años por culpa de la pandemia y las huelgas sindicales de 2023. Fue tan largo que otros actores le vieron tocando canciones de Dylan disfrazado de Willy Wonka y en el set de Dune. A Chalamet le propusieron la idea en 2018, le mandaron entrevistas de Dylan – las primeras que el de Minnesota hacía en su carrera- incluso antes de conocer su música, y quedó cautivado por su misterio. Pero a un gran amante del hip hop como él- y la mayor parte de su generación- en general la música de los años 60s, apenas percibida poco más que por un cuadro de Dylan que colgaba de la habitación de su padre, le era completamente ajena.
El Dylan en cuestión en A Complete Unknown está basado vagamente en el libro Dylan Goes Electric!: Newport, Seeger, Dylan, and the Night That Split the Sixties de Elijah Wald de 2015. Para convertirse en ese joven Dylan de los años 60, el actor admite haber chocado con una falta de referencias visuales. En una de las ruedas de prensa de presentación, explicó: “Hay más material documental sobre Dylan en los años 63, 64 y 65 que a principios de los 60. En aquel entonces no había mucho disponible, sobre todo en vídeo, aparte de maquetas. Incluso los historiadores y los grandes fans de Bob saben menos sobre ese periodo”. Dado que la preproducción comenzó durante los confinamientos por el COVID-19, aprovechó para memorizar algunas canciones de su primer repertorio, pero sí inicialmente solamente tenía que aprender al menos 13 de ellas, finalmente pudo tocar hasta 30, siendo sus favoritas Girl From the North Country, Boots of Spanish Leather o One Too Many Mornings. Chalamet también trabajó con el entrenador de dialecto Tim Monich en el proyecto, con un entrenador de armónica durante los cinco años, así como con una entrenadora de movimiento llamada Polly Bennett. Chalamet pregrabó finalmente todas las canciones de Dylan que cantaría en la película pero acabó interpretándolas en vivo.
Por supuesto, también se empapó de Dont Look Back, documental de 1967 filmado por D.A. Pennebaker. Y además emprendió un pequeño viaje, literalmente, para ponerse en los zapatos de Bob Dylan, los pasos que lo llevaron a Nueva York, a través de Chicago y Madison, Wisconsin, comenzando en Hibbing, en Duluth y una semana en Minnesota, conduciendo mientras escuchaba toda la música que él habría escuchado en ese momento y grabando en secreto a los lugareños para poder obtener un mejor acento. Chalamet se sumergió de lleno en el estilo de vida de los años 60, llegando al extremo de apagar su teléfono y desconectarse de las redes sociales durante el rodaje. Edward Norton (Pete Seeger) dijo que durante los tres meses de rodaje, Chalamet fue «implacable» en mantenerse inmerso en su papel de Dylan, sin tener contacto con amigos o visitantes en el set. El director, Mangold, se refería a Chalamet a menudo como «Bob» en el set y figuraba como «Bob Dylan» en la hoja de convocatoria del set. Si bien el propio Chalamet no sabe siquiera si ha visto la película, antes de su estreno, en X (antes Twitter), Bob Dylan se deshizo en elogios para el actor, al que llamó Timmy y describió como un actor brillante, al tiempo que declaraba que estaba convencido de que luciría genial en la pantalla con sus chaquetas de gamuza. Si finalmente el próximo martes tuviera en su mano la estatuilla, el actor de 28 años sería el más joven en obtener el galardón al mejor actor protagonista de la historia.
Para Observer «A Complete Unknown nunca analiza nada nuevo sobre Dylan ni revela su psicología, sino que nos permite seguir preguntándonos sobre el hombre que se esconde tras la lente oscura. Es un viaje emocionante y entretenido, con actuaciones que nunca fallan, a cargo de actores que claramente hicieron su trabajo y luego lo dejaron pasar una vez en el set». Según Variety «A Complete Unknown es un drama de un naturalismo desaliñado, con una trama que no se desarrolla tanto como su legendario héroe trovador de café, de pelo rizado y gafas de sol. Sin embargo, la sensación —el efecto— es la de un musical». Para Vanity Fair «Si bien ya hemos visto antes ese tipo de retrato de un artista (seguramente la mayoría de los grandes tienen al menos una pizca de cruel vanidad), Chalamet lo hace con frescura. Verlo es sentir lo que sienten tantos otros personajes de la película: afecto y una curiosa sensación de pérdida mientras se aleja en las solitarias brumas del talento y la fama». Según The New York Times «Chalamet demuestra ser un canal ideal en A Complete Unknown porque la música y su creador tienen mucho poder. Como sucede con cualquier gran banda de covers, es el material original el que te acompaña a lo largo de la noche». Y para The Observer:»El Dylan de Chalamet fuma tan fervientemente que parece que estuviera respirando el genio de los héroes musicales que lo precedieron. Pero, aunque irradia un carisma despreocupado y canaliza un talento único en la vida, no revela prácticamente nada sobre Dylan como persona. Esto no es necesariamente un fallo en la actuación de Chalamet. Es una elección deliberada.» Finalmente según Empire «Cualquiera que busque un retrato revelador de un artista icónico puede sentirse un poco decepcionado. Pero, por más convencional que sea, este es un drama musical sorprendentemente bien hecho con interpretaciones perfectas. No critiques, como cantaba Dylan una vez, lo que no puedes entender».
