Un músico que toma su nombre de un disco de Beach Boys y que se atreve a hacer en concierto el disco de villancicos de Phil Spector al completo, tal como sucedió hace más o menos un año, merece que se le preste un mínimo de atención. Al menos ya sabemos por dónde van algunas de sus influencias. El debut de este madrileño, que se puede escuchar (y descargar) íntegramente en su web, ha logrado contar con la inestimable labor en Nashville de Brad Jones, productor partícipe en la consecución de algunos clásicos de Josh Rouse o Ron Sexsmith, y más recientemente trabajando con The Sunday Drivers.
Así, Guillermo Farré -con la ayuda para la grabación de sus amigos de Mittens, grupo donde toca el bajo-, ha compuesto un disco, si bien poco novedoso en su contenido, sí muy luminoso y cuidado. Aspectos, uno y otro, que ya se podían intuir por las referencias de su autor y los precedentes de su productor, quien ha apodado a la música de Farré como “cosmic bedroom music”. En cualquier caso, en el conjunto de las doce piezas de este meritorio debut -de música pop, sin más etiquetas-, canciones como To steal a piece of art (donde recuerda a Josh Rouse), My bride in black gloves, Kings of tomorrow o One word prayer brillan por sí mismas.
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