especiales

Heroin

Introducción

En 1966 la música popular continuaba a ritmos exponenciales expandiendo su forma, impacto social y, sobre todo, sus posibilidades artísticas. Alejados un tanto del concepto primigenio del rock’n’roll de los años 50, los hijos de aquella generación imprescindible empezaron a verse capaces de tener su propio hueco dentro de la historia, transformándola completamente.

La Invasión Británica por un lado, compuesta por los Beatles, Rolling Stones, Kinks, The Who o Animals (entre otra multitud de bandas) empezaban a enmarcar sus propuestas en esa nube de flores y colores llamada psicodelia, coqueteando con músicas de otros continentes (hindú los Beatles, marroquí los Rolling) y dotando de una actitud totalmente alegre y festiva a su música. El tema principal fue el amor, la paz y el disfrute de ambas a través de un medio tan espiritual como fue y es la música; siempre bajo el orgullo propio de una Gran Bretaña que empezaba a hincharse de ego y gloria ante sus perspectivas históricas.

Por otra parte, la norteamérica de mediados de los 60 también proclamaba la paz mundial (que cristalizaría con Woodstock’69) y el amor libre a través de grupos como The Mamas and the Papas, Jefferson Airplane, Grateful Dead o The Byrds. Tratando de no quedarse a la última ante la “amenaza” innovadora que traían del otro lado del Atlántico grupos como The Beatles con Revolver (1966) o Rolling Stones con Aftermath (1966), artistas como Beach Boys y su envidioso Brian Wilson se propusieron dar un paso más allá, sobre todo en el estudio, con Pet Sounds; y Bob Dylan enseñó al mundo entero que la tradición norteamericana estaba tanto para aprender de ella como para desafiarla, expandiéndola lo máximo posible, sobre todo a nivel lírico (tanto escrito como interpretado), como hizo el año anterior en Highway 61 revisited (1965) y Bringing it all back home (1965), demostrándolo también en el glorioso Blonde on Blonde (1966).

Es quizá éste último el que más se pueda emparejar a la actitud que ofrecía The Velvet Underground en aquella época llena de luz, optimismo y libertad. The Velvet Underground & Nico (Virgin, 1967) supuso el punto y a parte de una generación colorista y vigorizante. Cuero, dejadez, realidad e individualismo. La distorsión enredada dejaba entrever un pop profundamente evocador, sublime, pero que describía lo que Lou Reed quería enseñar: la realidad de su entorno, no los sueños hipotéticos del ser humano. Por supuesto, las drogas fueron uno de los temas principales, minuciosamente tratados por momentos, ocasionándoles demasiadas trabas para su correcta distribución, lo cual se sumó al sonido caótico y ruidista para que fuera casi un milagro que el disco se diera a conocer. Pero por suerte así fue (una década después), y unos pocos lo compraron. Lo curioso es que todos los que lo hicieron formaron una banda, un estudio de producción o se dedicaron a ser periodistas musicales. A eso se le llama inspiración.

Junto con otros temas del disco como Venus in furs o I’m waiting for my man, Heroin formaba esa visión altamente descriptiva del mundo que rodeaba la vida del neoyorquino Lou Reed, la que se podía contemplar a finales de los 60 en los suburbios de Nueva York. La prensa siempre fue a fijarse primero en estos temas, atraídos por la temática de las letras (drogas) y por esas sorprendentes distorsiones, afinaciones y disonancias que expulsaba John Cale con su viola eléctrica junto con la epiléptica muñeca de Reed. Pero como siempre dijeron, había más donde mirar; ahí están el preciosismo pop de Sunday Morning, Femme fatale o I’ll be your mirror.

Lírica

La letra por supuesto que habla de heroína, pero lejos de mostrar apoyo a su consumo o de oponerse drásticamente lo único que aquí se narra es una cosa: la sensación. Otra cosa será las mil y una acusaciones, apoyos o tergiversaciones que podrá tener y tuvo la gente. El comienzo del tema fue cambiado con la grabación final del álbum, lo cual se puede observar en la versión demo que se grabó 2 años antes (“I know just where I’m going…” en 1965, “I don´t know just where I’m going…” en 1967), hecho éste que no agradó a su compañero John Cale, el cual quería dejar la letra tal como se compuso en un inicio. La temática patente en la lírica se compone de:

– Salida, exilio e individualismo (“Away from the big city / Where a man can not be free / Of all of the evils of this town”).

– Muerte y nulidad (“I have made the big decisión / I’m gonna try to nullify my life”) (“Because when the smack begins to flow / I really don’t care anymore”)

– Liberación de conciencia y preocupaciones (“Then thank your God that I’m not aware / And thank God that I just don’t care”)

La frase que más se repite (“And I guess I just don’t know”) refleja bien a las claras lo que se persigue tanto con la letra, como con el “producto” del que se habla.

Versiones

-versión 1965

Lou Reed & John Cale – Heroin (directo)

La composición de Heroin fue publicada en 1967, pero realmente Lou Reed la compuso tres años antes, en 1964, y comparando la primera grabación con su versión final cabe decir que no hay demasiados cambios, lo cual no sucede con otros temas del mismo disco, como Venus in furs o I’m waiting for my man. La estructura es prácticamente igual, tocada con la guitarra acústica. La grabación se produjo en Ludlow Street Loft, junto con Sterling Morrison y John Cale, en julio de 1965. Como es lógico suena mucho más plana que la versión final, pero no deja de ser curiosa la forma de cantar un tanto menos depurada y menos introspectiva que la que se incluyó en el disco final.

-versión 1966 (definitiva)


(Reunión de la Velvet 1993, París)

Más perfeccionada que la demo (obviamente), es un año después donde el boceto se convierte en obra maestra. Ralentizada completamente, todos los elementos aportan originalidad a un tema que contiene solamente dos acordes. El minimalismo de la batería (siempre tocada de pie por Maureen y sin platillos, sólo con bombos) es secundado con la mágica viola eléctrica que mantiene la tensión de la canción de manera espléndida. Bajo este marco tan atípico (viola y bombo minimal) se muestra el Lou Reed más inspirado de su época velvetiana consiguiendo variar el ritmo y el tempo de la canción hasta que vuelve a empezar de esa forma tan soporífera el tempo otra vez, como si de la más sosegada calma se pasaba a un estado de epilepsia. Nada alejado de lo que se habla en la canción. Conjunción de letra y melodía.

-versión lou reed – rock´n´roll animal 1973

En 1973 Lou Reed aprovechó el poco tirón de su un tanto arriesgado Berlín (1973) para sacar Rock’n’animal (1973), disco de versiones de la Velvet, de manera que recuperaba la esencia roquera de antaño poniéndole un toque de actualidad a los temas (nuevos efectos como flanger y punteos más hard-rock), y sobre todo, garra.

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