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[Crónica] Cálido Home + Angel Olsen (La[2] de Apolo, Barcelona, 30-09-2014)

Angel Olsen (148)RpIn & Out.

En ocasiones, pese al esfuerzo y a la buena voluntad de promotores y músicos, hay teloneros que te entran por un oído y te salen por el otro. Bandas que desentonan con el artista principal de la velada, que no dan el nivel, o que simplemente no te dicen nada, y de las que no recordarás ni el nombre pasadas pocas semanas. Por suerte, el de anoche fue un caso radicalmente opuesto. Los barceloneses Cálido Home fueron los encargados de abrir para la cantante, guitarrista y compositora norteamericana Angel Olsen, en La[2] de Apolo, y su actuación fue más que notable. El proyecto lo componen Anna Andreu, Eduard Pagès, sus voces y sus dos acústicas; y no necesitaron nada más para dar una clase magistral de estilo, cercanía y naturalidad. Canciones artesanales, rítmicas y floreadas por habilidosas manos izquierdas, que arrancaron más de una aplauso de asombro entre el público.

Angel OlsFue una actuación de apenas media hora en la que presentaron algunos temas su primer Lp, Vulpes Vulpes (Desert Pearl Union, 2013), y en la que destacó también la fantástica versión que hicieron de Push The Sky Away de Nick Cave. Sorprende la compenetración milimétrica de sus dos almas de artista. Pero solo así se entiende que esas dos guitarras sonaran como una sola, y que las voces parecieran realmente tocarse una con la otra en un baile fluido. La de ella es quizá la principal, o al menos la que más alto y más lejos llega; pero no podría sin el sostén grave de la voz de Pagès. Por el contrario, es la guitarra de él la que alcanza niveles más asombrosos, protagonizando pasajes de una destreza, calidez y belleza realmente destacables. Autodenominan lo que hacen como motherfolker, porque es un folk sin pretensiones ni complejos. No entiendo por qué habrían de tener lo segundo, y desde luego, tengan o no tengan lo primero, es probable que el éxito llame a su puerta.

Angel Olsen (71)RpObviamente no fue la única buena noticia de la noche. Angel Olsen volvía a la ciudad tras su paso en mayo por el Primavera Sound, donde tocó el último día en la sala Barts, y su concierto en La[2] de Apolo cumplió bastante bien las expectativas. Desde luego, música no le falta a la de St. Louis, experimentada artista de creación y buena intérprete, pero en determinados aspectos sí se le notaron ciertas carencias a la hora de protagonizar atenciones, de utilizar el lugar que ocupaba sobre el escenario, y, en definitiva, de transmitir y contagiar al público con algo más que su música en vivo. Acompañada de una banda con la que forma un cuarteto, interpretó principalmente canciones de sus dos álbumes en solitario, y siempre lo hizo perdiendo su atractiva mirada fija en un lugar alejado al fondo de la sala, sin moverse ni agitarse demasiado, y mostrado cierta timidez o distancia. Por otra parte, Olsen no necesita mucho más para resultar accesible a quien trate de conectarse a ella.

Angel Olsen (111)RpEn lo estrictamente musical el concierto fue animándose a medida que avanzaba, con un claro punto de inflexión hacia la mitad del mismo cuando versionaron Dreams de los Fleedwood Mac. A partir de entonces afloró una Olsen con más carácter a pesar de todo. Encadenó temas como High & Wild, Unfucktheworld y, sobre todo, Sweet Dreams, requirentes de cierta carisma; y aunque acabó entonando canciones lentas e íntimas como Always Half Strange y Iota, el regusto final lo dejó la potente Forgiven/Forgotten, donde hizo valer el viaje de toda su banda agarrándose con más fuerza en las uñas a nuestras memorias a largo plazo.

Angel Olsen (137)RpAnteriormente, en la primera mitad de un concierto que llegó justito a la hora de duración, Olsen y su banda habían resultado algo más blandos. Con canciones como Lights Out o Miranda, sin llegar a profundizar en exceso en el alt-country, marcaron a base de slide las líneas de un territorio folk que solo rebasaron en el tiempo con Free, que abrió la velada, Drunk and with Dreams, y en menor medida Stars, de su último disco, Burn Your Fire For No Witness (Jagjaguwar, 2014). Pero no pareció aferrarse al alma que seguro que conoce bien de dichas raíces musicales, o al menos no lo hizo apasionadamente. Dejó, eso sí, la perla de su voz en Acrobat, un tema claroscuro de su anterior trabajo, Half Way Home (Bathetic Records, 2012), que sonó de maravilla. Talento y música no le faltan, pero tiene pendiente acortar la distancia entre su público y el escenario.

Fotos de Pablo Luna Chao.

Escucha el setlist del concierto aquí, o míralo aquí.

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