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[Reseña] Soccer Mommy – Sometimes, Forever

Sometimes, Forever, el nuevo álbum de Sophie Allison como Soccer Mommy es una colaboración con Daniel Lopatin, el virtuoso electrónico conocido como Oneohtrix Point Never, y cuyo nombre como productor ha cobrado relevancia con su último trabajo con The Weeknd en el más reciente álbum nº1 Dawn FM. Esta contribución- al igual que el reciente álbum con The Weekend u otras como Rosalía– no significa que de repente Allison se haya mimetizado con su productor para crear un disco de electrónica experimental pura. Más bien esta alianza ha abierto una puerta a la compositora de Nashville a una paleta de sonidos mucho más amplia dentro de lo complicado que es, a priori, avanzar en la nueva corriente- o al menos bautizada así por algunos medios- de revival del indie pop noventero- normalmente liderado por mujeres solistas como Snail Mail, Mitski o Lucy Dacus– a veces encumbrada de forma exagerada.

Tras dos discos de guitarras como Clean de 2018 y Color Theory de 2020 que lanzaron al estrellato independiente las canciones de angustia de Allison – y que le valió giras con Kacey Musgraves y Paramore y una nominación al Grammy – este tercer trabajo parece evidenciar un espectro sonoro más amplio, sin perder de vista los riffs hipnóticos de dreampop y shoegaze propios de la compositora. A pesar de la filiación del productor- al menos en tiempos recientes- donde más se filtra la influencia de Daniel Lopatin es en las canciones más oscuras como Unholy Affiction, todavía anclada en los 90s pero más cercana al trip hop de Portishead o Massive Attack, la sombría pero adornada de sintetizadores en cascada Darkness Forever, donde cita a Sylvia Plath, o Following Eyes, con ecos de Mazzy Star. Según la propia compositora, la mayor aportación que encontró en Lopatin no fueron los sintetizadores, sino “abrir el cerebro para encontrar formas más creativas de esculpir una canción” y, en ese sentido, no podemos poner objeciones después de escuchar ejemplos como newdemo o Fire in the driveway, que contrastan con construcciones más convencionales como Shotgun o Feel it all the time.  Con Sometimes, Forever Allison intenta desbloquear, con ayuda de Lopatin, el potencial oculto de gran parte de sus canciones y, con la lectura onírica de la electrónica como refuerzo, llevarlas a un nivel superior. No siempre lo consigue pero, en los casos en los que así ocurre, es donde el disco alcanza su plenitud.

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