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[Reseña] Saint Etienne – International

El trío Saint Etienne supo mantener la tradición hedonista del dance pop de los años 80 sin necesidad de adscribirse a ninguno de los estilos que predominaron en los 90. Siempre transitó por libre y, por este motivo, no estaba sometido a un calendario ni competía en las listas, a diferencia de las bandas de britpop en su momento. Más de 35 años después del inicio de su carrera, y con 12 álbumes de estudio en su haber, el trío británico ha decidido concluir oficialmente su trayectoria musical con el lanzamiento de International.

A lo largo de su carrera, la formación no ha precisado de grandes artificios para dar forma a su estilo, caracterizado desde el indie pop a la música dance, que mezcla sin rubor letras inteligentes y eurodisco kitsch y, a partir del año 2000, con una auténtica declaración de intenciones en el ámbito del ambient y el trip hop. De hecho, no fue hasta su álbum I’ve Been Trying to Tell You (2021) la primera vez que el trío recurrió a samples desde So Tough (1993), el primer álbum con Sara Cracknell como miembro fijo.

Para este álbum de despedida, la formación podría haber concebido perfectamente un disco de «grandes éxitos» interpretado junto a otros artistas, pero no ha sido así. En International, Sarah Cracknell reflexiona sobre el pasado y hace balance y, junto a Bob Stanley y Pete Wiggs, se despide de su público con un nutrido grupo de invitados ilustres. El sencillo principal, Glad, cuenta con la participación de Tom Rowlands de Chemical Brothers y Jez Williams de Doves, mientras que Vince Clarke (Depeche Mode, Yazoo, Erasure) que bien podría considerarse el padrino del synth-pop, coproduce y compone a medias Two Lovers. Paul Hartnoll de Orbital aparece en la excelente Take Me To The Pilot, impulsada por sintetizadores hipnóticos y rotunda línea de bajo para el que es probablemente el más potente de los contundentes números de electrónica bailable, mientras que el productor y DJ Erol Alkan contribuye en la jazzística Sweet Melodies, la canción que más se desvía de los postulados habituales de la banda.

Por otra parte, la marca de la casa de sensualidad e intrascendencia se hace notar en He’s Gone y Dancing Heart («Mi corazón danzante no empieza hasta la medianoche / Mi corazón danzante no late hasta las doce») , ambas con la colaboración del colectivo Xenomania, con quien ya colaboraron en Tales from Turnpike House (2005) y Words and Music by Saint Etienne (2012). «Treinta y tantos años después / Parecemos elegantes y refinados / Pero no somos los elegantes bandidos / Que podrías esperar encontrar», cantan a sus fans en la canción de cierre, The Last Time. International no es, ni mucho menos, el mejor álbum del trío, pero sí conforma una notable síntesis y la culminación de excelentes 35 años de música a sus espaldas.

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