Se estrena en la plataforma de streaming de Apple TV+ la miniserie que completa la trilogía bélica formada por Band of brothers y The Pacific, también producida por Steven Spielberg y Tom Hanks.
Ambos unieron fuerzas primero en la película Salvando al soldado Ryan, que el primero dirigió y el segundo protagonizó, ambientada en la invasión de Normandía durante la Segunda Guerra Mundial. La Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas estadounidense nominó la película a once premios Óscar y le otorgó cinco: mejor director (segundo premio Óscar para Spielberg), mejor montaje, mejor fotografía, mejor sonido y mejor edición de sonido. Spielberg y Hanks se unieron tres años después de esa película, en 2001, con otro productor, Gary Goetzman, para crear la miniserie Band of Brothers y contar una historia real sobre la participación de los militares de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial. En su momento fue la serie de televisión más cara jamás realizada y ganó un Emmy y dos Globos de Oro a la mejor serie. En 2010 siguieron la historia en, la también miniserie, The Pacific, ambientada en la intervención militar estadounidense por mar en el océano Pacífico, sus islas y en Asia Oriental, entre 1941 y 1945. Masters of the Air está basada en el libro homónimo de Donald L. Miller y sigue a los hombres del 100th Bomb Group (Grupo de bombardeo 100) mientras llevan a cabo peligrosos bombardeos sobre la Alemania nazi y luchan contra las gélidas condiciones, la falta de oxígeno y el terror del combate realizado a 25.000 pies de altura.
En su elenco están Austin Butler (Elvis), Callum Turner, Anthony Boyle, Nate Mann, Rafferty Law —el hijo del actor Jude Law— Barry Keoghan y Sawyer Spielberg, hijo del director, entre otros. Boyle escuchó grabaciones de la voz del verdadero Harry H.Crosby durante horas para prepararse y leyó sus memorias On a Wing and a Prayer “como una Biblia, todas las noches”, libro que también proporcionó enorme información para la película. Todos los atuendos de los actores fueron creados con fidelidad a los originales por la afamada diseñadora Colleen Atwood, ganadora de cuatro Premios Óscar.
En declaraciones al Daily Mail, Miller, el autor del libro compartió más detalles sobre la narrativa. Miller enfatizó que todos los papeles principales de la miniserie están basados en individuos reales. Destacó que las escenas que muestran a miembros capturados del grupo de bombarderos fabricando radios caseras y planeando fugas de campos operados por personal de la Fuerza Aérea Alemana también están basadas en hechos reales. Gary Goetzman precisó que fueron en total 3.200 efectos especiales los que usaron en esta miniserie. Y aunque se utilizó la tecnología CGI para recrear escenas de los vuelos y más, también se emplearon estrategias “old school” para poder construir los cuarteles y edificios de la época. Un antiguo aeródromo de la Segunda Guerra Mundial cerca de Abingdon, Oxfordshire, se utilizó como lugar de rodaje, así como el cercano Dalton Barracks. Por otor lado, se construyó una extensa base de la Fuerza Aérea de Estados Unidos para el drama en el lugar de una universidad y un hotel en desuso en la campiña de Buckinghamshire, cerca de Chalfont St Giles. El equipo de producción decidió filmar en Inglaterra debido a los equipos de última generación y al hecho de que la historia real tuvo lugar allí.
Sin embargo, la parte más complicada del rodaje era cómo capturar cinematográficamente el exterior y las escenas interiores de los B-17. Los diseñadores de producción construyeron dos réplicas móviles de los aviones con marcos de acero y revestimiento de aluminio, una que realmente podía rodar y otra que podía ser remolcada. Las réplicas a escala real de B-17 Flying Fortress fueron izadas sobre cardanes de 50 pies y rodeadas por un nuevo tipo de pantallas de alta definición. “Fue increíble estar dentro de una réplica exacta de un B-17. La atención al detalle fue increíble. Esa es la alegría de trabajar con un equipo donde tienes personas en la cima absoluta de su juego y no se escatima en nada en cuanto a obtener el conjunto de mayor calidad posible. Me ayudó mucho poder vivir con sinceridad en esas circunstancias y sentir que estabas viviendo la vida real y no simplemente fingiendo” destacó Turner.
En cuanto a la crítica, hay divergencia sobre si esta tercera entrega de la trilogía es mejor que las dos anteriores. Para The Independent “hay momentos en los que un enfoque menos controlado y más naturalista podría haber hecho el drama más humano. Pero cuando las primeras columnas de humo de los cañones antiaéreos atraviesan la capa de nubes, es difícil resistirse a Masters of the Air”. Según Los Angeles Times “su objetivo, por un lado, es lograr un alto nivel de realismo y, por otro, hacer eco del romanticismo de las películas anteriores a la Segunda Guerra Mundial que los productores Steven Spielberg, Tom Hanks y Gary Goetzman habrían crecido viendo reposiciones en televisión. Se diría que tiene éxito en ambos aspectos, aun cuando tienden a luchar entre sí”. Para The Hollywood Reporter “Masters of the Air no siempre es consistente y no tengo ningún problema en decir que es solo el tercer mejor drama de la Segunda Guerra Mundial producido por Playtone. Pero la mayoría de las veces es muy bueno y cuando es muy bueno, sí, se eleva”. Para Vulture sin embargo “como corresponde a su título, Masters of the Air es sublime cuando está en vuelo, presentando varias secuencias de combate increíbles en una arena que es santa en su belleza e impía en su capacidad de muerte. …. Desafortunadamente, cuando vuelve esa mirada al nivel del suelo, la visión de la serie sobre los hombres en guerra se vuelve mucho menos interesante y más empalagosa que la de sus predecesoras”. Y para USA Today “hay demasiados personajes y presentados demasiado rápido, las ubicaciones pasan rápidamente y las batallas aéreas son demasiado confusas y frenéticas como para centrar tus ojos en un solo soldado. Se vuelven rimbombantes pero terminan aburridos. Son un trabajo duro para superarlos. Pero si puedes leer los primeros tres episodios, eventualmente encontrarás el tipo de televisión apasionante, emotiva y elevada que recuerda a “Brothers” y “Pacific”.
