José James – No beginning no end
Escúchalo de noche y con una buena copa de vino’. Este era el (sobado) consejo que me daba un buen amigo para acercarme al cuarto disco de José James, No Beginning No End (Blue Note). Entiendo que sea una obra pensada para escuchar de noche por su carácter nocturno, pero en las doce viñetas llenas de jazz, soul, funk, r&b y hip-hop que componen este álbum, encontré una luz que iba cogiendo intensidad poco a poco. Así que como no me gusta el vino y por la noche caigo anestesiado en la cama, preferí disfrutarlo una mañana soleada de domingo y funcionó de maravilla.Llegué a José James a través de Flying Lotus, otro ‘culo inquieto’ del jazz, cuando oí que habían trabajado juntos en BlackMagic. La presencia del creador de Until The Quiet Comes en el segundo trabajo de James era la prueba de que el cantante buscaba evolucionar rodeándose de artistas tan atrevidos como el de California. Gracias a ese inconformismo, su cuarta entrega sigue sonando clásica, pero abierta, más que nunca, a nuevas sonoridades. Interpretaciones vocales sobradas que beben de obras como What´s Going On de Marvin Gaye, Quiet Fire de Roberta Flack o Woodoo de D´Angelo (de todos los sucesores que se han inventado para el de Virginia, James podría ser el más digno). Sin embargo, si él quisiera, también podría estar sin ningún problema en el mismo saco que artistas punteros del r&b contemporáneo como Frank Ocean o Miguel, pero no parece preocuparle ser un músico ‘top’. Mucha culpa de que estas canciones se te metan hasta la cocina sin enterarte la tienen Robert Glasper, compañero suyo ahora que ha fichado por Blue Note, y Pino Palladino, que ya fue fundamental para definir los contornos del Mama´s Gun de Erykah Badu.







