Joe Crepúsculo (Barcelona, 07-12-08)
En el mundo de la música, como en la vida en general, hay personas y personajes, y Joe Crepúsculo pertenece, sin duda alguna, al segundo grupo. Odiado por unos y venerado por otros, Mr. Crepúsculo no deja indiferente a nadie, y la verdad es que se lo gana a pulso. Con motivo del octavo aniversario de la sala barcelonesa Razzmatazz –y dentro del horario de club, haciendo la competencia a los míticos y por suerte olvidados SNAP–, Joe nos presentó su flamante nuevo disco en la sala Pop Bar.
El también componente de Tarántula salió al minúsculo escenario rodeado de sus teclados y demás cacharrería, entre la que destacaba un ipod reproduciendo las olas del mar entre temas. Al ser domingo, y además puente de diciembre (ése en el que la gente abandona Barcelona para irse en procesión automovilística al Pirineo), delante de Joe no éramos más de cien personas, si llega (no nos engañemos: un viernes o sábado cualquiera en esa misma sala no se puede ni entrar), en un concierto más sólido y trabajado que el ofrecido un mes antes la sala Salamandra. El “trovador techno” cantó con su desdén y cadencia vocal ya conocidos y que nos transportan a los 80 de Derribos Arias, con un repertorio pasado por filtros bailables y un personal totalmente entregado que coreaba a pleno pulmón casi todos los estribillos de sus dos discos, el reciente Supercrepus (Producciones Doradas, 2008) y el anterior Escuela de zebras (Producciones Doradas, 2008), ambos descargables de forma gratuita en crepus.com.
Los hits más aplaudidos fueron El día de las medusas, La canción de tu vida, Suena brillante y Escuela de zebras, que conformaron una fiesta que él mismo ha decidido bautizar con el nombre de Pop-Rave. En un arrebato de amateurismo o, simplemente, para reafimarse como el personaje del que hablábamos al principio, volvió a interpretar Escuela de zebras en los bises, en lugar de abordar cualquier otro tema de su repertorio. Una vez más, genio y figura.