[Crónica] Saving Grace featuring Robert Plant & Suzi Dian (Granada, 26/07/25)

La quinta edición del Ciclo 1001 Músicas-CaixaBank apuesta este año por la transversalidad de su propuesta llevando la música a varios espacios escénicos reconocidos y emblemáticos de la ciudad de Granada.
A pesar del estatus icónico de Robert Plant desde sus días con Led Zeppelin, Saving Grace logró un comienzo informal y algo discreto en 2019, presentándose inicialmente como un proyecto local. La formación actual incluye a Suzi Dian en voz y acordeón, Oli Jefferson en percusión, Tony Kelsey en mandolina, guitarra barítona y guitarra, Matt Worley en banjo, guitarra, guitarra barítona y cuatro, y, más recientemente, Barney Morse-Brown en violonchelo. Esta banda llegó a abrir algunos conciertos para los veteranos Fairport Convention. De hecho, como durante toda la actuación de Saving Grace tuve en mente durante esta noche a esta también legendaria formación, especialmente las figuras de Sandy Denny y Richard Thompson.
Hasta la creación de Saving Grace, Plant nunca había encontrado colaboradores tan afines a su regreso a la frontera galesa, a pesar de haber trabajado con otros artistas en discos recientes. Sorprendentemente, Plant halló puntos en común con estos músicos más jóvenes, no a través de Led Zeppelin, sino gracias a la Incredible String Band, una de sus grandes influencias, como él mismo escribió en las notas del programa de la gira de Led Zeppelin de 1979. Aunque Plant solía llenar estadios en su pasado histórico, ahora ocupados por bandas como Oasis o Springsteen, esta ya no es su prioridad desde hace tiempo. Actualmente, admite: «lo que realmente me impresiona es este mundo nuevo y vivo de lo que sea que sea esta música». Esta afirmación no es una pose, y se hizo evidente desde el primer momento en que la banda subió al escenario del Palacio de Congresos de Granada.
Lo que más destacaba era cómo Plant no solo no se convertía en el centro, sino que compartía el protagonismo con cada miembro de la banda. En ese sentido, el juego de luces cumplía su función, iluminando a los músicos en la parte trasera y atenuando las figuras en el centro de Plant y Suzi Dian cuando era necesario. Si bien los momentos más aplaudidos de la noche fueron inevitablemente las canciones de Zeppelin —con las primeras notas de Ramble On, la gente se volvió eufórica, y con la compleja Four Sticks, vibró con emoción— la banda también supo rescatar «joyas perdidas» como Angel Dance del excelente y arriesgado álbum «post La Bamba» The Neighborhood (1990) de Los Lobos.
También sobresalieron las canciones de su inminente primer álbum, previsto para septiembre, especialmente memorable su versión de Everybody’s Song de The Great Destroyer de Low, con una química vocal innegable entre Plant y Dian que les permite asimilar con facilidad la complicidad de Mimi Parker y Alan Sparhawk. Otro punto álgido fue la canción tradicional irlandesa As I Roved Out, que constituyó el definitivo tour de force vocal de la pareja durante la noche. El final fue para Friends, del álbum de Led Zeppelin de 1970, con Plant también a la armónica, seguido de un breve bis con la coreada Gallows Pole de Led Zeppelin III. No hay que olvidar aquel momento la banda recibió críticas negativas por ese material acústico y folk del álbum por «imitar la música de Crosby, Stills, Nash & Young». En definitiva, si los fans acérrimos de Led Zeppelin no creo que se vieran decepcionados -en todo caso ya sabían a lo que iban- los amantes del folk rock probalemente vivieron una velada más emocionante de lo que sus expectativas anticipaban.







