Antònia Font – Batiscafo Katiuscas
Si Taxi (DiscMedi, 2004) fue un viaje por el espacio y acabó considerado como uno de los mejores discos del año (sobre todo para un servidor), Batiscafo katiuscas (DiscMedi, 2006) es un viaje por las profundidades de uno mismo, rebuscando en el interior para después cantarlo a los cuatro vientos. Joan Miquel Oliver, cosmonauta-compositor de la banda, es capaz de expresar, a su manera, el enfoque que tiene de la vida, de sus sentimientos, siempre desde un punto de vista cotidiano.
El título del disco es también el título del segundo corte. Después de la pequeña y minimalista introducción de Play, Batiscafo katiuscas es la gran canción que nos habla del catedrático Yuri Puscas, dentro de su submarino monoplaza. La soledad, la tristeza y la melancolía son quizás las sensaciones más intensas que transmite la canción, al más puro estilo Pink Floyd. Wa Yeah! tiene ese sonido clásico y ochentero que ha impregnado, esta vez con mayor intensidad, el quinto trabajo de Antònia Font. Encontramos relativos injertos de alegría y muchas ganas de salir a la pista de baile. “Es divertido componer”, sugiere Oliver entre líneas. Amazones a sa lluna es un tema que entra muy pausado y solitario y que se convierte en una suma de sonidos excitantes.
Darrera una revista tiene una de las mejores melodías y un ritmo que engancha desde la primera toma de contacto. Es en estas canciones donde se puede percibir lo grandes que llegan a ser estos mallorquines. Se divierten con juguetes sonoros, teclados que revelan su importancia manteniendo el tipo y unas letras costumbristas en el apartado lírico. Lo mejor de Love song es, sin duda, el final, con esos coros “nanana nanana” tan pegadizos. Al igual que Nata, donde también nos encontramos una catarsis frenética, aunque en esta ocasión en un tema muy bailable, muy funky y muy discotequero. El protagonista de Mecanismes es sin duda Pau Debon, que desgarra su voz de menos a más repitiendo una y otra vez “Tots es mecanismes“. Acto seguido nos encontramos con Tonto, una improvisación (según ellos) sobre un texto de Julio Cortázar, que realmente impresiona la primera vez.
Finalizando el álbum nos encontramos con Bamboo, la nana del disco y la pieza más bonita del mismo, que destaca por la belleza de su letra (“tiramisú, cocos y mousse de yogur”). Todo ternura, si no fuera porque los personajes de la historia son unos simpáticos tiburones. Pero si pensamos que lo bello había terminado, Replay nos saca de dudas. Pieza instrumental, con la magnífica melodía de Batiscafo katiuscas interpretada por unos galantes instrumentos de cuerda, que nos recuerdan que estamos solos en el submarino y que las burbujas que tenemos alrededor no son más que pequeños obstáculos que debemos saltar.
A bordo de este batiscafo, Antònia Font se han reinventado nuevamente, mostrando su gran talento y avisando de que lo van a seguir haciendo a lo largo de su carrera. Es por eso que desde hace tiempo en nuestro mapa tenemos puesta una chincheta sobre Mallorca, recordándonos que hay que seguirles la pista disco a disco. Su espíritu cosmonauta siempre tendrá nuestra atención.