Una de las últimas representantes del Hollywood dorado fallece a los 79 años víctima de una insuficiencia cardíaca.
Nacida el 27 de febrero de 1932 en Hampstead (Londres), se crió desde los 7 años en EEUU, donde mostró una pronta vocación por la actuación. Así la podemos encontrar de niña en Fuego de juventud (1944) y, sobre todo, interpretando a la joven Amy de Mujercitas (1949). Su primer gran papel llegaría con Un lugar en el sol (1951), junto a Montgomery Clift y Shelley Winters, compañeros que fueron nominados por la Academia. Seguiría una década de interpretaciones destacadas, La última vez que vi París (1954), Gigante (1956), algunas de las cuales le llevaron a la nominación como mejor actriz por la Academia de cine: El árbol de la vida (1957), los dramas de Tennessee Williams La gata sobre el tejado de zinc (1958) y De repente el último verano (1959) o Una mujer marcada (1960), por el que definitivamente conseguiría su primer oscar.
En los años sesenta su papel más popular fue en la costosa Cleopatra (1963) pero con el que volvería a obtener la estatuilla sería en el drama ¿Quién teme a Virginia Woolf? (1966). Con su marido Richard Burton volvería a repetir en Los Comediantes (1967). Durante los años setenta y ochenta participó en diversas series de televisión, siendo desde entonces sus apariciones en los medios más atribuidas a causas ajenas a su profesión, bien por sus ocho matrimonios, dos de ellos con Richard Burton, bien como una de las primeras adalides de la lucha contra el sida.
Abajo, el gran clásico The shadow of your smile, oscar a la mejor canción en 1965, de la película Castillos de arena, protagonizada por Liz Taylor y Richard Burton.
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