Si algo no se puede decir de estos 4 músicos de Denver es que no se lo hayan currado. El grupo grabó, produjo y lanzó su propio disco de debut , Avoiding the Consequences, creó un sello para distribuir el album e incluso su cantante y guitarrista Ryan Policky puso su casa en venta para poder continuar con este duro negocio. La banda llamó la atención al músico alemán Ulrich Schnauss, que se ha convertido finalmente en productor y colaborador en tres de las canciones. Además cuentan con la sabia participación de Kramer, productor de Galaxie 500, Low o Urge Overkill entre otros.
Descrito su estilo por muchos de sus fans como Melodipsych Rock, en este disco, eminentemente instrumental – que podría ser, contradictoriamente, lo más flojo del trabajo- y con canciones que se agradece no sean demasiado largas, cuentan con la baza de saber crear grandes atmósferas mediante potentes guitarras fundidas con múltiples efectos vocales y bajo un sólido ritmo de batería, como muestran en la espléndida Seattle o en Mid December.
La colaboración más convincente con Ulrich Schnauss llega en el sexto corte, puro shoegazer, Nevercharger, mientras que con la breve y preciosa Interlusion se toman un respiro para desembocar en otra de las mejores canciones del disco, Pasadena. En conjunto, un disco muy recomendable.
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