[Crónica] Rufus Wainwright (Jardins de Pedralbes, Barcelona, 05/06/17)
Rufus Wainwright no falla. En el seno del Festival dels Jardins de Pedralbes, el neoyorkino criado en Montreal demostró su capacidad vocal e interpretativa y, sin concesiones, repasó sus éxitos más conocidos así como sus últimos trabajos y algún adelanto. Wainwright goza de una voz y estructuras melódicas complejas, que defiende de manera magistral en directo, sin fallo, como si de una grabación se tratara. Eso sí, su característica voz e interpretación hacen que en algunos momentos pueda resultar desbordante.
Era el primer concierto del festival y en el escenario sólo había un piano de cola y una guitarra, ya que en las actuaciones programadas para esta gira, el norteamericano pretende sean más un divertimento y, al mismo tiempo, una fiesta íntima. Así, Rufus apareció vestido con un traje azul estampado e immediatamente empezó a tocar.
El repertorio fue variado, no faltaron grandes éxitos como Poses o Cigarettes and Chocolate Milk, pero también interpretó un tema de su ópera Prima Donna (2015) -estrenada recientemente en París- y de su disco Take all my Loves (2016) -un trabajo en el que pone música y recita nueve sonetos de William Shakespeare- discos que se alejan bastante de su estilo habitual. Las canciones se sucedían con pequeñas paradas en los que Rufus mostró un gran estado de ánimo y sentido del humor, introduciendo algunas canciones con anécdotas u ocurrencias con las que a veces parecía que se justificaba o se explicaba a sí mismo, quizás como muestra de cierta timidez.
Uno de los momentos cumbres del concierto fue la aparición del magnífico guitarrista barcelonés Pau Figueres que acompañó a Rufus en una canción, lamentablemente sólo una. El concierto acabó prácticamente con el adelanto de lo que será su nuevo disco de estudio, The Sword of Damocles, dedicado a las políticas del Presidente Donald Trump, cuyo nombre, por cierto, no quiso pronunciar. Fue, en conclusión, un concierto completo, que satisfizo a los incondicionales y que probablemente pudo ser interminable para los oyentes casuales.
Autor: Manuel Pérez Pérez