[Reseña] Pulp – More
La mayor parte de los jóvenes-justo los que pueden rondar los 24 o 25 años- probablemente no conozan a Pulp, a no ser que, ya desde la niñez, hayan sentido curiosidad por la cuidada colección discográfica de algunos modernos padres boomer o bien, como auténticos melómanos, como hicimos otros en otro tiempo, se hayan querido adentrar en la historia del pop desde los años 60s, ahora que la tecnología puede proporcionarnos tanta información a través de una pantalla.
No nos engañemos. El britpop es un subgénero que ha renacido, en gran medida, gracias a la nostalgia, y, por eso, el regreso de Pulp, para generaciones más proclives al rap y la música urbana, ha resultado una noticia irrelevante. E incluso entre los propios fans de la banda de Sheffield ésta ha sido una sorpresa relativa, ya que la formación ya había ido dejando caer canciones nuevas a lo largo de sus últimas giras y todo apuntaba a que algo se estaba cociendo. Esta vuelta discográfica, según la historia oficial, se produjo casi por casualidad, en principio con una nueva melodía –Hymn of the North– durante las pruebas de sonido para la gira de 2023 y luego interpretada en el escenario del Sheffield Arena. A Pulp les dejamos con We Love Life, un álbum musicalmente ambicioso donde fue el propio maestro, Scott Walker, quien se encargó de la producción y del colofón, en principio, de una ejemplar carrera discográfica. La escuela de Walker- la magnificencia de su pop barroco orquestal que tanto influyó en la escena británica en los últimos años- se mantiene intacta con la labor del prestigioso James Ford (Arctic Monkeys, The Last Dinner Party, Fontaines DC).
Antes de partir hacia la primera etapa norteamericana de la gira de reunión más reciente de Pulp, Cocker quiso reunir a sus compañeros Mark Webber, Nick Banks y Candida Doyle para trabajar en un álbum con material inédito, contando también con la participación de Andrew McKinney, Emma Smith, Adam Betts, Jason Buckle y el arreglista de cuerdas Richard Jones. El resultado de todo esto se titula More, un trabajo que es, ante todo, un homenaje a su amigo Steve Mackey, el histórico bajista de la banda, fallecido en 2023. Lo que diferenciaba desde el principio a Pulp dentro de la amplia escena del britpop-en la que, por cierto, no quieren verse mezclados- es sin duda, su toque sardónico e irónico genuinos, con letras llenas de experiencias vitales, observaciones agudas, mucha imaginación erótica y las emociones que surgen de ellas, letras cómicas y extravagantes y, sobre todo, su forma teatralizada de manifestación, en parte cantada, en parte hablada.
Si las experiencias de sus primeros discos se correspondían a los problemas de jóvenes en la búsqueda- o la huída- de la madurez, More demuestra que muchos de aquellos dilemas se mantienen intactos, solo que con más arrugas. «Todos tienen que madurar, todos. ¿Estamos seguros?», dice la letra de Grown Up. Su vocación escénica, como si de un musical se tratara, se manifiesta desde el comienzo con Spike Island, una especie de carta de presentación: “Nací para actuar, es una vocación”, canta Jarvis Cocker, definiéndose como “ni un chamán ni un showman”. Background Noise, es, sin duda, una sabia reflexión sobre la inevitable evanescencia de los sentimientos, con una de las mejores letras del disco: «Con el paso de los años, el amor se convierte en ruido de fondo, como este zumbido en mis oídos, como el zumbido de un refrigerador, solo lo notas cuando desaparece», mientras que Tina mantiene la esencia de entregas precedentes sobre el amor imaginario (“Estamos muy bien juntos porque nunca nos encontramos”), y la inmediata Got to Have Love, un número impulsado por la música disco (“Lo único que podría salvarte, lo único que te asusta, lo único que puede devolverte a la vida”) pretende ser un nuevo himno a la altura de Disco 2000. De hecho fue.escrita en 1999 pero no parecía encajar en las sesiones de un We Love Life más adusto. En definitiva, More es la celebración de un regreso a la altura de sus responsables, no solo un regalo para sus fans, sino un capítulo más de la discografía impecable y coherente de una banda que aún tiene mucho que contar. Eso sí, esperamos que la próxima vez sea antes de otros 24 años.







