“Nuestro plan era grabar un álbum de rock y luego arruinarlo”. Así de tajante es como Murphy O´Neil, líder de Courting, en una entrevista traza su declaración de intenciones sobre el que se ha convertido el álbum de debut de su banda, Guitar Music. La formación, compuesta por O’Neill, Sean Thomas, Josh Cope y Connor McCann, ha dado grandes avances desde sus primeros sencillos hasta su aclamado EP Grand National de 2021 hasta dar el salto definitivo con este primer disco. Guitar Music se grabó en la ciudad natal de la banda, Liverpool, con Rob Whitely y se teminó en Londres con el productor doblemente nominado al Grammy James Dring (Gorillaz, Jamie T, Sorry, Lana Del Rey, Blur).
El cuarteto de Liverpool, sin embargo, se tomó su tiempo, unos tres años, para rematar este primer disco de estudio para, previamente, tomar conciencia de lo que quería hacer y posteriormente ejecutarlo de la forma prevista, es decir, con el menor número de límites y filtros posible. Parece que PIAS, su compañía discográfica, no puso pegas, lo cual evidencia el elevado grado de confianza que le ha debido generar su fichaje. Sin embargo, lejos de tratarse de un álbum repleto de canciones interminables y elaboradas, como se podría pensar cuando un álbum precisa tanto tiempo, Guitar Music es auténtica e intencionalmente fugaz e intenso. Esta circunstancia concreta tampoco lo hace ni mejor ni peor: se ha instalado el concepto de lo breve como bueno, cuando muchas veces puede denotar inseguridad o falta de ideas. Con Guitar Music– un título irónico- Courting, aunque aseguran limitar su ambición de banda de guitarras para dar paso a la creatividad y al desconcierto, su actitud punk caótico- véase en Uncanny Vally Forever o Crass (Redux)– no oculta su querencia por el brit pop nostálgico más descarado en canciones como Loaded o Jump. “No quiero ser una estrella del pop ahora mismo”, ha afirmado su cantante recientemente, un lema que su claro referente Mark E. Smith podría haber hecho suyo perfectamente. El tiempo dirá si podrán mantener el difícil equilibrio de desafiar estereotipos con esa avalancha de géneros mezclados sin perder, en este camino poco ortodoxo, a gran parte de sus fans. Aunque tal vez eso tampoco les preocupe demasiado.
