En plena efervescencia de la nostalgia a todo lo que suene o remita a la década de los 80s- multiplicada ahora exponencialmente gracias a series ambientadas de éxito como Stranger Things– no resulta extrañar que muchas de las bandas que estaban en primer plano durante aquellos años quieran aprovechar el momento. Si los jóvenes imitadores lo hacen bien (algunos incluso realmente bien) ¿quién iba a desechar el prestigio del original, aunque ya no goce del elixir de la eterna juventud? Es el caso de la formación británica Altered Images, que han esperado nada menos que 40 años para retomar su espacio desde la publicación de su último disco, Bite en 1983.
Altered Images se formaron a principios de 1979 por la vocalista Clare Grogan, el guitarrista Tony McDaid, el baterista Tich Anderson y el bajista Johnny McElhone. Su primera versión post punk poco tenía que ver con la que encumbró a la banda a los primeros puestos de las listas. Tanto fue así que al principio eran unos protegidos de Steve Severin de Siouxsie and the Banshees, quien produjo sus primeros singles, uno de ellos incluso polémico aunque involuntario, Dead Pop Stars, por su lanzamiento poco después del asesinato de John Lennon.
El que fue considerado el mejor grupo nuevo de 1981 por NME ganó su credibilidad gracias a un pop más bailable, es decir, la versión más optimista de la new wave. Bite, su último disco hasta hace apenas unos días, que siguió al éxito de los dos anteriores, así como a varios sencillos exitosos en el Reino Unido, contaron con dos productores de prestigio, Mike Chapman y Tony Visconti, y, aunque su cambio de dirección fue controvertida para la base de fans del grupo, fue bastante aceptado por la crítica e incluso no le perjudicó demasiado en las listas.
Cuarenta años después de aquello- y su posterior separación, apenas poco tiempo de la publicación del álbum- Clare Grogan logró armar durante el período de la pandemia esta bien planificada reaparición discográfica con su esposo Stephen Lironi- quien se unió a Altered Images en 1982- el compositor Robert Hodgens (también conocido como Bobby Bluebell) y el exguitarrista de Suede (y vecino de Clare y Stephen) Bernard Butler. Altered Images, al igual que la mayoría de las bandas de new wave de los 80s, supo acomodar sin complejos el sonido disco de finales de los 70s a su personalidad- véase también el éxito de sus contemporáneos Tom Tom Club –y con Mascara Streakz ha apuntalado esa tendencia con este homenaje a Studio 54- “los DJs me salvaron la vida muchas veces”, confiesa Grogan en referencia al clásico de Indeep– pero sin renunciar a guiños a otros estilos como el electropop, el trip hop y el euro disco, todos más contemporáneos, siempre con la referencia de su último lanzamiento discográfico. Entre las canciones más inspiradas, Lost in love, The Flame y la balada Sleep, donde les encontramos más cercanos a los últimos Saint Ettienne o proyectos más recientes como el de Meghan Remy y U.S. Girls. Después de 40 años de ausencia, nadie esperaba- probablemente tampoco necesitaba- el regreso de Altered Images, y, sin haber descubierto nada nuevo, lo han hecho con un álbum, si no impecable, al menos a la altura del resto de su discografía.
