Recopilando Post-Punk — (Inglaterra)
INTRODUCCIÓN
“Hace falta mucha imaginación para poder prever como hubiese afectado en los años 50 (los sesenta se expandieron musicalmente) una música como el post-punk. Pero incluso ahora, determinados grupos de aquella época resultarían difíciles de digerir con unas primeras audiciones posiblemente, (DNA, Cabaret Voltaire, Teenage Jesus and the Jerks) e incluso no habrían perdido cierto impacto visual en la actualidad portadas como The Slits o The Pop Group. Está claro, toda música es de ayer y de hoy, tópico máximo, que maximiza su representación en un estilo que, gracias al punk, derribó cualquier atisbo de estructura estilística en el formato pop/rock.”
Como el estilo ha vuelto a florecer en el 2000, quizá quepa recordar aquellos temas perdidos de grupos invisibles en esa fértil época que más o menos comprende entre 1978 y 1982. Los recopilatorios no suelen ser fuente de mi total correspondencia, pero sin duda hay algunos irremediables para poder saber algo más de un artista/s o estilo musical.
INGLATERRA
Sin lugar a dudas hay escasa gente que no conozca la repercusión que tuvo el punk en las Islas Británicas, con la crisis política y social agonizando al pueblo a finales de los setenta, pero ni antes ni en ese mismo presente se podía prever la inspiración que podía tener la rabia, el deterioro y la dejadez que rodeó a Inglaterra en aquella agitada época.
La explosión del punk consiguió abrir las puertas estilísticas del rock hasta límites insospechados, y es que ya no hacía falta poseer la maestría instrumental de Hendrix, Clapton o Page, ni siquiera disponer de melodías vocales tan brillantes como sus paisanos Beatles ni conseguir crear epopeyas grandilocuentes como las de Genesis, Yes o las obras más épicas de Led Zeppelin. El “do it yourself” que se creó en dicha etapa punk brindó mayor imaginación compositiva, la cual, sumada a los estados mentales de la sociedad, fue la mejor receta para poder crear una época tan fructífera como la que comprendió después de aquel epicentro registrado en 1977.
IN THE BEGINNING THERE WAS RYTHM (SOUL JAZZ, 2002)
Es quizá este país el que mayor legado retuvo del susodicho punk años más tarde, y así queda perfectamente reflejado en In the Beginning there was Rythm (Soul Jazz, 2002), donde se muestra la perfecta combinación del citado género junto con el funk, la electrónica y/o el sonido industrial.
Musicalmente destacan esas guitarras totalmente angulosas, cortantes y dañinas. Un aire de peligro rondaba por las guitarras de Andy Gill (Gang of four) y de Mark Stewart (The Pop Group), y es que destacan de manera notable ambas canciones. La del “grupo de cuatro”, To Hell with Poverty, sobresale por su escesa repercusión, y es que sólo se encuentra en un escondido EP del mismo nombre publicado en 1981. Obviamente este tema entra más en la etapa de su disco Solid Gold (Warner bros, 1981), donde sobresale esa pulsión rítmica a través de batería y bajo junto con las afiladas guitarras de Gill, lo cual es difícilmente igualable, junto con la ironía propia del grupo en muchos momentos del tema (“To hell with poverty / We’ll get drunk on cheap wine”). El tema de Pop Group sin embargo es uno de los paradigmas del grupo, clásico del disco Y (Radar, 1978), con la distorsión picada típica del grupo destaca por la incursión de silencios y una mínima batería, contribuyendo a la aspereza innata del tema.
Como se comentaba anteriormente, este recopilatorio es más aprovechable que otros ya que contiene canciones en ep’s o singles de los grupos en cuestión, como Being boiled de unos tempranos Human League, en el cual ofrecen una cara menos electro-pop que el que culminaría en Dare (1982), disco tótem del grupo. El ritmo también se simplifica aquí, dando protagonismo total a la marca de la casa, los sintetizadores. De la misma manera que esa visión electrónica quedaría reflejada en la del drum’n’bass que influenció This Heat, auténticos derribadores de fronteras musicales, acogiéndose a disonancias y a una experimentación un tanto visceral, consiguen texturas difíciles de encontrar en el punk o rock de anteriores épocas, como muestra 24 track loop.
Y la industrialización del sonido no podía faltar en una sociedad industrializada moralmente, con la cara más amable de 23 Skidoo, sus mágicas trompetas y ese funk arrebatador, inclusive ambos en Vegas el Bandito y Coup, sin pertenecer ninguno a su obra maestra, Seven songs (Fetish, 1982). Otra prueba evidente del fenómeno cristalizó en Cabaret Voltaire, difícil de digerir para el público rock pero claro referente para otros estilos más electrónicos quizá.
La variedad estilística hace englobar a grupos como A Certain Radio o Throwing Gristle en un mismo álbum, e incluso apostar por el dub del combo The Slits, cuya canción da nombre al disco presente.
Fue toda una asignatura pendiente la del punk en aquellos años, y así sus hijos se doctoraron a la primera.
ROUGH TRADE SHOPS: POST-PUNK (ROUGH TRADE, 2003)
Si el sello Soul Jazz tiene un currículum suficientemente elevado en cuanto a su exquisita forma de fabricar recopilatorios, Rough Trade trató de llevar a cabo una labor parecida con el post-punk de fondo en el 2003 a través de su álbum Rouge Trade Shops: Post-Punk (Rouge Trade, 2003).
En dicha obra particularmente extensa (44 temas, casi dos horas y media) se dan cita algunos de los paradigmas del género, como esos grupos clásicos que siempre estuvieron a la sombra de sus coetáneos Sex Pistols y The Clash, Wire y Gang of Four, con temas pertenecientes a sus obras cumbres, Pink Flag (Harvest, 1977) y Entertainment (EMI, 1979), respectivamente. Ex-Lion Tamer y I Found that essence rare muestran la infinita influencia que tuvieron y tienen ambas formaciones, llegando a abarcar artistas del calibre de REM, Fugazi, Elastica, Franz Ferdinand, Rage Against the Machine o The Rapture. También rescatan otros clásicos de la época inglesa, como The Fall o Public Image Limited, destacando entre otras quizá la agresiva We are all prostitutes de The Pop Group, la cual contiene algunas de las frases más radicales del álbum (“Everyone has their price / And you too will learn to live the lie / Capitalism is the most barbaric of all religions”).
Las primeras dudas que asaltan al oyente al escuchar este recopilatorio es quizá la falta de un nexo común más fuerte que el propuesto post-punk, y es que si bien la mayoría de las bandas son de la hornada inglesa, hay otras tantas de Nueva York, Francia,etc, con una mayor influencia de la música disco y la no wave. Hablamos de Liquid Liquid, ESG, James Chance o DNA, o lo que es lo mismo, los padres de !!! y LCD Soundsystem.
Por otro lado, en este caso no todo lo expuesto está relacionado con la época en la que surgió el fenómeno, de esta manera aparecen recientes agrupaciones que revitalizaron el género hace unos años, como The Rapture o Chicks on Speed, mezclando electrónica y punk en Out of the races and onto the tracks y Yes I do respectivamente, u otras con mayor correspondencia a los 90 o los tempranos 2000, como Erase Errata y su nervioso Tongue Tied.
Cabe destacar igualmente la repercusión que el fenómeno punk invadió la escena femenina, haciéndolas iguales ante los hombres gracias al do it yourself y al escaso virtuosismo instrumental general, provocando que surgieran clásicos (o más bien clásicas) del tamaño de Raincoats, Slits, ESG o Au Pairs. No hay que olvidar la calidad de álbumes como The Raincoats (DGC, 1980), Cut (Island, 1979) o Playing with a different sex (RPM, 1981), así como la hiperactividad de Ari Up, cantante de Slits, presente también en un super combo formado por Mark Stewart (Pop Group), Adrian Sherwood (alma máter del dub inglés) y la propia Ari Up, dando lugar a New Age Steppers y a su imaginativo dub en Fade Away.
Aunque sin duda cualquier excusa es buena si se rescatan grupos pasados como el formado por el frontman de Buzzcocks, Howar Devoto, en su posterior incursión en Magazine, apostando por sintetizadores y una menos acelerada cara que la mostrada en su anterior banda; o unos tempranos XTC con This is Pop?, enrabietando su posterior new-wave hacia el post-punk, haciendo una mezcla perfecta y que terminaría culminando en el sublime Skylarking (Geffen, 1986), más enfocado hacia el pop. Otro destacado corte es de unos invisibles Pigbag con el enfoque totalmente funk de Sunny Day.
El revoltijo presente en el recopilatorio puede no resultar demasiado purista ni homogéneo, pero sin lugar a dudas es una excusa única para descubrir aquellos grupos nunca conocidos y aquí presentes.
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