Dirigida por el cineasta independiente Jim Jarmusch, Father Mother Sister Brother es una dramedia que marcó un regreso triunfal para el director, ganando finalmente el León de Oro en el 82.º Festival Internacional de Cine de Venecia.
El origen de la película se encuentra en el deseo de Jarmusch de regresar al formato tríptico -una estructura que ya dominaba en obras como Mystery Train-presentando tres historias distintas ambientadas en Estados Unidos, Irlanda y Francia. Jarmusch ha declarado repetidamente que es un cineasta intuitivo más que analítico. Declaró a Cineuropa y a AnOther Magazine que tuvo estas ideas durante meses, pero que escribió el guion en un repentino «estallido» de aproximadamente un mes. El proyecto se filmó consecutivamente a finales de 2023 y principios de 2024, y Jarmusch lo describió como una película «tranquila y observacional» que evita el drama cinematográfico tradicional, como la violencia o los conflictos de alto riesgo, en favor de la «poesía de lo mundano«.
El primer segmento, «Padre», está protagonizado por Tom Waits como un excéntrico patriarca que vive en un aislamiento rural, visitado por sus hijos, interpretados por Adam Driver y Mayim Bialik. El segundo segmento, «Madre», se traslada a Dublín y presenta a un trío potente formado por Charlotte Rampling, Cate Blanchett y Vicky Krieps, quienes se enfrentan a una tensa y ritualista reunión familiar. Una de las revelaciones más personales que compartió Jarmusch es que el tercer segmento, «Hermana, Hermano», se inspiró en su propia familia. El segmento final,, ambientado en París, está protagonizado por Indya Moore y Luka Sabbat, dos gemelos que gestionan la herencia de sus padres. Jarmusch ha señalado que la historia se inspiró vagamente en la conexión telepática que observó entre su propia madre y su hermano gemelo.
En entrevistas, en particular con AnOther Magazine, Jarmusch enfatizó que la película fue escrita de forma intuitiva y muy rápida, centrándose en los silencios y las «migas de pan» de la interacción humana, como los motivos recurrentes que involucran Rolex falsos y la frase «Bob es tu tío». La película cuenta con una banda sonora minimalista y atmosférica de Jarmusch y la artista Anika, y su lenguaje visual fue creado por los directores de fotografía Frederick Elmes y Yorick Le Saux para distinguir los tres escenarios geográficos. A lo largo del ciclo de prensa de su presentación, el director la describió como un estudio de la «incomodidad» del distanciamiento familiar, con el objetivo de capturar los pequeños momentos de la vida, a menudo pasados por alto, en lugar de un gran arco narrativo, lo que llevó a su distribución por MUBI y un amplio estreno en diciembre de 2025.
El último largometraje de Jim Jarmusch fue la comedia de zombis de 2019 Los muertos no mueren, que cuenta con varios de los mismos actores como Adam Driver y Tom Waits. El cineasta estadounidense ha señalado que Father, Mother, Sister, Brother es un regreso deliberado al estilo «tranquilo y observacional» de sus trabajos anteriores como Paterson (2016), alejándose del juego de géneros abierto de la película de zombies hacia un tríptico más íntimo, impulsado por los personajes. Jarmusch reveló numerosas veces que escribe específicamente para los actores con los que quiere trabajar. Durante la rueda de prensa de la película, en particular en el Festival de Cine de Nueva York (NYFF63) y Venecia, el elenco habló extensamente sobre el ambiente único, casi espiritual, que Jim Jarmusch crea en el set. Adam Driver expresó una lealtad inquebrantable al director, afirmando que si Jarmusch lo llamaba para hacer cualquier cosa, incluso si era solo «terapia o elegir papel tapiz», él estaría allí, describiéndolo como una de sus personas y directores favoritos de todos los tiempos. Tom Waits, colaborador de Jarmusch desde hace mucho tiempo, bromeó diciendo que, si bien no estaba seguro de qué «aporta genuinamente», simplemente se entrega al papel, señalando que sus escenas con Driver se sintieron «casi sin esfuerzo», a pesar de su queja fingida de tener que despertarse «demasiado temprano por la mañana». Vicky Krieps compartió un sentimiento más poético, diciendo que trabajar con su «héroe de todos los tiempos» se sentía como la forma pura y honesta en que se hacen películas a los quince años: impulsados por la pasión en lugar de por la estructura corporativa. Indya Moore se hizo eco de esto y elogió a Jarmusch por crear un espacio que respeta la «humanidad del artista» por encima de los intereses corporativos. Moore señaló que sintió que pudo ofrecer su actuación más sincera gracias a la gran compasión del ambiente. Luka Sabbat también destacó el estilo de comunicación específico y sin arrogancia de Jarmusch, mientras que Mayim Bialik fue una incorporación única al elenco. Jarmusch admitió que inicialmente no conocía su trabajo como actriz, pero se convirtió en un fanático de su presentación en «Jeopardy!«, y finalmente decidió que su personaje era perfecto para la hermana del personaje de Driver. El próximo proyecto del director, que comenzó a escribir tras el rechazo de Cannes, se titula actualmente La Grand-mère. Ha insinuado que se rodará íntegramente en francés y continuará su exploración de la memoria y el paso del tiempo, posiblemente reuniéndolo con Charlotte Rampling.
El consenso crítico tras la victoria de la película en el León de Oro destaca la fascinación por su esencia anti-acción. The Guardian afirma que la película es un «tríptico delicioso» y una experiencia zen que captura la incómoda y creciente oscuridad de la mediana edad y la culpa de los hijos adultos. The Observer, sin embargo, destaca la «cuerda floja tonal» de la película, describiéndola como una meditación más melancólica sobre la mortalidad, donde los «lazos familiares desgastados» crean una persistente sensación de desplazamiento existencial. En el ámbito estadounidense, Variety considera que la película funciona más como una «composición musical» que como una narrativa tradicional, elogiando específicamente la «incomodidad inexpresiva» entre Adam Driver y Tom Waits como una clase magistral de ritmo, mientras que The Hollywood Reporter la considera la obra «más conmovedora» de Jarmusch hasta la fecha, en gran parte debido a la «arrebatadora» fotografía que distingue sus tres ambientaciones internacionales. Mientras tanto, The New York Times argumenta que la película es una «obra maestra de la fricción doméstica en tonos menores» que transforma momentos sencillos como una ceremonia del té en un drama psicológico de alto riesgo. Además, Rolling Stone sugiere que la película revela que lo que más pesa en las familias no es lo que se dice, sino lo que se calla, mientras que Time Out la elogia como una «antología divertida y conmovedora» donde el lacónico estilo característico del director se ve reforzado por una profunda profundidad sentimental.
