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Entrevista a Vetusta Morla (febrero 2008)

Vetusta Morla son seis músicos que llevan a sus espaldas una larga carrera musical recorriendo no solo los escenarios del país. Su último disco, Un día en el mundo (Pequeño Salto Mortal, 2008), ha sido un soplo de aire fresco para nuestros oídos. Hemos hablado con la banda madrileña sobre su nuevo trabajo, sus expectativas y, en definitiva, cómo son sus días en el mundo.

Lleváis juntos nueve años. ¿Recordáis cómo fue vuestra primera toma de contacto como grupo? ¿Cuáles son los cambios más significativos que han surgido durante todo este tiempo?

Pucho: En un principio no éramos Vetusta Morla. Nos juntamos para hacer una fiesta en el instituto con una banda de mogollón de gente. Fuimos ensayando, dándole continuidad y finalmente, después del verano, hubo dos escisiones del grupo y quedamos el núcleo duro: Jorge, Guille, David, Álex y yo. Para el primer concierto que íbamos a dar, en la Casa De Juventud de allí, le dijimos a Juanma que si colaboraba con unas guitarras y al final esto es, como solemos decir, el “síndrome del eterno colaborador” [risas], pues ya se quedó en la banda. A los cuatro años aproximadamente el bajista dijo que no continuaba porque no quería ir a una cosa seria y demás, y fue cuando entró Álvaro. De esto hace ya unos cinco o seis años.

Juanma: Estábamos predestinados para Álvaro. [risas]

Pucho: Sí, estábamos buscando bajista y él se enteró por gente de los locales, entonces llamó a Juanma y le dijo textualmente: “Hola, soy Álvaro, soy bajista, soy vuestro hombre”. Y efectivamente, ¡aquí está!

¿Por qué habéis titulado el disco Un día en el mundo? Al igual que uno de vuestros temas, el que primero se escuchó en los medios.

Juanma: Sí, es como el tema de presentación, no es un single porque no se ha editado como tal, pero es el tema de presentación.

Hay varias razones, la primera porque, en un plano estrictamente musical, esa canción es una pequeña miniatura de lo que contiene el disco. En cuanto a instrumentación porque tiene guitarras, percusión, programaciones… Y aparte del bajo y la batería también tiene piano, que aparece varias veces en el disco, y cuerdas. Tiene mucha luz y energía, que pensamos es algo que atraviesa todo el disco y que hemos conseguido captar y enlatar por primera vez. En anteriores grabaciones de estudio no habíamos sido capaces de captar esa energía. Tiene estribillos arriba, pero también tiene alguna parte abajo, algún desarrollo armónico… En fin, es eso, como una miniatura de lo que te vas a encontrar en el resto del disco. Además también hay un significado un poco más conceptual…

Álvaro: Hay significados aparte que para nosotros toman forma. Un día en el mundo, como en la portada, es un paso con el que estamos dando dejando una vida atrás, una vida por delante por recorrer. Es también darle importancia a cada día, hay días en el mundo muy importantes y a nosotros nos gusta darle significación al día de hoy como tal .En nuestro camino es un día importante, un día en el mundo que queremos que tenga importancia en nuestras vidas.

Juanma: En principio elegimos Un día en el mundo por la primera cuestión, porque era como un retrato robot de lo que había en el disco. Pero después todo ha ido cobrando sentido, al igual que las canciones, que se escuchan por sí mismas pero al escucharlas con el orden del disco casi parece una historia que empieza y termina, y que hasta tiene un epílogo, una especie de “continuará”, que es la última canción, Al respirar. Pues lo mismo pasa con el título del disco, ha ido cogiendo significado y buscando una historia propia. Yo también veo que ese título es muy Vetusta porque hay dos conceptos que chocan, un día y el mundo, que es como algo muy cotidiano y algo gigantesco, épico. Pasa lo mismo con el nombre que hemos puesto al sello, Pequeño Salto Mortal, que no es por la canción de Calamaro -que no lo sabía y me lo dijeron el otro día- . [risas] Hay algo ahí que es común a todas las canciones, una contraposición muy fuerte entre la épica que puede haber en las situaciones cotidianas… Y ya el remate fue la portada del CD, un niño dando su pequeño pasito, su pequeño salto entre dos bancos, su aventura está concentrada en ese paso que está dando y, a su alrededor, hay algo gigantesco, el mar y el cielo. Pero él está ahí en su odisea de la tarde, que es la del saltito de un banco a otro, ahí es donde también estamos nosotros.

Vetusta Morla es un grupo de directo y tiene muchísimo público en sus conciertos, donde la gente canta vuestros temas enteros. ¿Queríais transmitir esa fuerza del directo en la grabación del LP, tener la misma sensación de directo a la hora de grabarlo y mezclarlo?

Álvaro: Esto que has comentado de que nuestros directos tienen mucha fuerza nos lo venía diciendo mucha gente, que opinaba que las grabaciones que hiciésemos no iban a quedar a la altura de nuestros directos en lo que se refiere a transmitir esa emoción que podemos dar en vivo. El reto era entonces plasmar en el CD toda esta energía y todo este sonido, pero está claro que meterte en estudio requiere otros parámetros. Hay que utilizar un sonido más elaborado de lo que puedes conseguir en directo, añadir cuerdas, vientos -que creíamos que iban a venir bien-, pero siempre intentando mantener la frescura, para lo cual hicimos un trabajo de pre-producción muy grande. Hicimos unas referencias antes de ponernos a grabar, como si estuvieramos tocando con el resto de la banda, y así puede parecer al escuchar el disco que estamos tocando todos a la vez

Juanma: Hay gente que nos lo ha comentado, nos han preguntado si estábamos grabando todos a la vez, pero no.

Sí, surge la duda…

Jorge: Las dinámicas de las canciones se buscaron desde el principio.

Pucho: Es que casi grabamos el disco dos veces. Primero con Juanma, que era el “master of reference”, como le llamábamos, porque grabamos los temas en una mesa pequeñita pero tal cual queríamos que sonase. Y claro, ya desde el principio estábamos muy metidos en el tema, como lo que ha comentado Jorge con las dinámicas, estaban bastante asumidas.

Jorge: Eso es un poco por David, el batería. Siempre les comentaba que al grabar muchas veces las baterías, pues se grababa una guitarra eléctrica en limpio de referencia con la voz, y a él le costaba un poco meterse en el contexto. Entonces grabamos todas las pistas básicas que iban a ir en el disco y ya desde la primera toma de batería estaban todos los elementos. Así David pudo desde el principio acompañar perfectamente todas las canciones.

Pucho: Grabamos en unas bodegas en las que se consiguió un sonido muy natural, porque era un sitio especial con los techos muy altos de madera, con todas las paredes de ladrillo, estrecho… La reverberación que salía de la batería era muy natural. Y partiendo ya del sonido de baterías, bajos y percusiones, que es lo que se grabó allí, la base ya iba bastante potente, con un sonido muy directo y limpio.

¿Cómo localizasteis la bodega?

Pucho: Fue un contacto de Manuel Colmenero, nuestro productor, un amigo de la infancia de su hermano es un artista que tiene allí su estudio, su taller de creación y también es un escuela. El espacio donde grabamos es donde él tiene expuesta su obra. Es una casa manchega con varios patios, con sitios muy amplios, son tres salas con tinajas enormes para los vinos y demás. Él en dos de esas salas ha sacado las tinajas de vino y ahí es donde tiene su obra expuesta.

De hecho, en el DVD documental sobre vuestra grabación se ve a Jorge grabando unas percusiones con dos bidones de metal. ¿Era premeditado o surgió espontáneamente?

Juanma: Surgió allí.

Jorge: Bueno, justo el día en que surgió la idea de los bidones yo no estaba.

Juanma: El caso es que este artista, Alfredo Martínez, cuando estaba estresado, se iba con unos amigos a lo alto de unas colinas en Campo Criptaza, donde están los famosos molinos de viento, y cogían unos bidones de gasolina que habían pintado ellos y, para quitarse el estrés, básicamente los golpeaban hasta que quedaban agotados. Y nosotros preguntamos “¿Pero eso suena bien?” y él, “Sí, sí, eso suena estupendamente”. Y nosotros, sin creerlo mucho, pusimos los bidones en la sala, pensamos que podíamos usarlo.

Pucho: Bueno, y de hecho se afinaron un poco, que ya es complicado afinar un bidón. [risas]

¿Cómo?

Jorge: Había como cuatro o cinco bidones por allí y estuvimos buscando y golpeándolos. Aquello parecía que iba a sonar a lata y horrible, pero fue pasarlo por los micrófonos, escucharlo con las baterías y el resto de referencias que teníamos grabadas y nada, se hicieron dos tomas y se quedaron.

Álvaro: Ahora Jorge se ha copiado, se ha hecho un par de bidones y se los ha pintado él. [risas]

Jorge: Los he bajado del eMule. [risas]

Álvaro: Desde el principio el objetivo era buscar un sonido natural, no “juegos de artificio” de mucha producción, como solemos decir, sino que ésta vaya acorde con cada instrumento.

Pucho: Y que se distingan todos los instrumentos bien, dejar aire para que no haya barullo, ya que con seis personas a veces puede sonar un poco liado todo, y la verdad es que la mezcla sí que tiene ese sonido abierto.

Conocéis todas las salas de Madrid, y muchas de toda España, pero también habéis tocado en Roma, Sahara, Beirut… Hace poco habéis agotado las entradas en Murcia y Alicante y los discos en la Fnac. El 19 de abril tocáis en la sala Joy Eslava de Madrid, ¿cómo estáis viendo todo este proceso de directos?

Pucho: Lo de Alicante y Murcia ha sido una muy grata sorpresa, ha sido el inicio de gira y la recepción fue de mucha gente. Íbamos un poco asustados porque no sabíamos cuál sería la respuesta, y al final todo ha sido muy positivo.

Álvaro: Para mí es significativo el hecho de que, antes de empezar a demostrar quién eres y lo que puedes transmitir esa noche, fue subir al escenario y nos aplaudieron. Eso es una muestra de que la promoción está llegando, a las radios les está gustando, la prensa se está haciendo eco y, en definitiva, el resultado de todo este trabajo está gustando.

Los productores del disco, Manuel Colmenero y Javibu Carretero, de los estudios Sonobox en Madrid, ¿qué han aportado al álbum?

Álvaro: Algo fundamental que todos los grupos debemos tener en cuenta es una visión de nuestra imagen desde fuera, que los demás te digan quién eres tú. Lo difícil de eso es quién te lo va a decir, saber escoger a esas personas. En esto tuvimos unas batallas campales con ellos, y entre nosotros también un poco, pero al final vimos que eran las personas adecuadas y ellos nos decían todo lo que no sabíamos ver nosotros desde dentro. Nos han abierto los ojos en muchas cosas, nos han ayudado con sonidos, estructuras y con la manera de completar el trabajo.

Jorge: El trabajo fundamental de Manuel y Javibu ha sido que han sabido entender a la banda, escuchar y buscar lo que en parte nosotros queríamos. Entre eso y lo que ellos veían, salió un resultado final. Hubo muchas pruebas de escuchar producciones de muchos discos y buscar un elemento común.

Álvaro: Lo importante es que entiendan lo que quieres transmitir, que se pongan en nuestra piel, pero que también que lo vean desde fuera con cierta distancia, y eso ha sucedido.

Ésa es quizás la labor más importante de un productor, que te entienda y sepa realmente lo que quieres expresar y lo que quieres decir.

Jorge: Y que sepa mejor que tú qué es lo que te conviene. [risas]

Pucho: Sí, es que hay muchas veces que estás metido en tu dinámica y te cuesta salir y verlo todo desde arriba. Como dice Álvaro, es importante que haya alguien que te devuelva a la realidad. En ese sentido la labor de los productores ha sido bastante importante.

Algunos de los temas de Un día en el mundo también forman parte de vuestro anterior EP, Mira, que fue autoeditado en 2005. Hay cambios en la estructura de algún tema, como La marea, en la que habéis cambiado un poco la estructura.

Juanma: No, no hemos cambiado prácticamente nada, ha cambiado un poco la sónica de la canción, pero el concepto sigue siendo el mismo. Aunque la cante todo el mundo sigue siendo una canción pequeñita, al menos para mí, un arpegio de guitarra cíclico que va sosteniendo, una batería que casi es de r’n’b. Añadimos algunos loops que hizo Guille con la guitarra, y un Rhodes, que tocarlo fue una maravilla, pero más o menos la canción sigue siendo la misma.

Pucho: Y la gran diferencia con Mira, es que éste es un directo.

Juanma: En medio tiene una pequeña parte que hacemos en directo pero que en el estudio eliminamos, porque teníamos un Rhodes y había que usarlo. [risas]

Con respecto a las letras, es curioso porque son como historias. Antes habéis comentado que el disco tiene una coherencia y creo que las letras por un lado cuentan cosas distintas, pero por otro tienen un algo que también es coherente.

Juanma: A nosotros, después de escucharlas todas seguidas, nos ha llegado a parecer que comparten personajes. No es premeditado, los temas se han compuesto por separado y como entidades independientes pero de alguna manera, y eso nos encanta, parece que una canción hace referencia a otra. Ha sido algo muy curioso que además ha salido sin plantearlo.

¿Cómo es el proceso de composición a nivel general? ¿Todos sois letristas o generalmente a alguien le surge una idea y otro la completa?

Pucho: Normalmente viene al local la idea general de la canción un poco desarrollada, o bien por Juanma o por Guille, el otro guitarrista. Yo también tengo algunas letras en este disco. En el local vamos viendo entre todos la estructura, la vamos vistiendo. Hay muchas maneras de hacerlo, a veces la idea ha surgido directamente en el local y en casa ya se trabaja, es como de ida y vuelta. En ocasiones incluso hay una melodía sin letra y luego la metemos casi como jugando al ahorcado, silabeando.

Juanma: ¿Cómo casi? [risas] Yo he escrito alguna letra poniendo las rayitas del ahorcado y las sílabas encima, y Guille también lo ha hecho.

Pero las canciones pertenecen a todos, en realidad. Cada uno puede tener una idea inicial, pero al final las canciones no serían las mismas si no las estuviera tocando quienes las están tocando porque, además, una vez que llagamos al local, el que ha traído la canción puede dar alguna sugerencia o idea, pero Álvaro hace sus arreglos de bajo, Jorge los de percusión y teclados, Pucho sus melodías de voz en algunos casos… Todos opinamos de todo, todos nos creemos capacitados para opinar sobre lo demás. Se va construyendo en una especie de ring de boxeo, que es el local de ensayo, y por eso la final todas las canciones nos pertenecen a todos. Cada uno deja su trocito de personalidad en la parte que le corresponde, y como lo que estamos tocando tampoco son estándares ni cosas virtuosas, de alguna manera nos hemos construido, para bien o para mal -porque esto también tiene sus vicios peligrosos- un lenguaje y una forma de tocar propios. Nadie toca el bajo como Álvaro, él transmite su personalidad, al igual que Jorge a la percusión, Pucho con la voz, o Guille a la guitarra y David a la batería. Eso es muy bonito y hace que las canciones sean de los seis.

Esto que decís de que todos opináis de todos es buena señal de que os entendéis, y al final eso se refleja mucho en un disco.

Pucho: Y en la longevidad también.

Precisamente la primera pregunta de esta entrevista era la de que lleváis nueve años juntos, porque eso es raro hoy en día.

Álvaro: Realmente raro, sí, porque los grupos se suelen disolver antes. Yo les doy una media de cinco o seis años y ya se les empieza a acabar la gasolina. En nuestro caso, ha ido subiendo por varios factores. Primero porque nos hemos sabido entender y llevar bien, hemos sabido convivir como amigos y cuando una trae una canción ya es de todos, es difícil saber compartir. Es un trabajo de aprendizaje tanto personal como de equipo. Por otro lado, desde el principio el público nos ha alimentado, no hemos sido un grupo que nos hayamos visto aislados. Hace más de cinco años La marea ya era coreada por la gente y nuestro entorno nos animaba a seguir, hacíamos un concierto y notábamos el feedback, que es la gasolina necesaria para seguir.

Jorge: Ha habido algo importante, el motor ya estaba ahí, que son las reacciones entre nosotros que explicaba Álvaro, pero la gasolina real, a mi forma de entenderlo, es que año a año han ido saliendo cosas nuevas que nos han ido motivando, y siempre iba todo un poquito más, aunque fuese sólo un poquito.

Pucho: Y nos hemos marcado siempre pequeñas metas que ir cumpliendo.

Jorge: No ha sido un rollo de juntarnos y grabar un disco. Esto ha sido el objetivo una vez que estaba cerca.

El hecho de ir poco a poco afianza más.

Juanma: Y las cosas que nos han ido pasando. Después de estar tocando juntos en el Sahara o la experiencia de Beirut, en la que un público que no entiende lo que estás diciendo te aplaude como loco, acabas unido con esas personas para siempre. Luego la vida te puede llevar por otros caminos, se podrá disolver… Vete tú a saber, pero con esas cosas que hemos pasado juntos ya estamos encadenados.

Habéis adoptado Internet, como muchos otros grupos, como un medio potente de difundir vuestra música. Además de editar el disco junto a un DVD, tenéis vuestra web, el MySpace y un blog pero yo, por ejemplo, os conocí por gente que me habló de vosotros. ¿Qué os ha valido más? ¿El boca a boca, Internet, es con este disco cuando más claro veis todo?

Juanma: El boca a boca es lo que más nos ha ayudado, porque al final Internet es un boca a boca de dimensiones gigantescas.

Pucho: Desde MySpace también ha habido mucha gente que ha entrado por enlaces con otros grupos y amigos.

Jorge: Va por fases, antes lo único que teníamos era el boca a boca, ahora es el MySpace, la web y la promo. Pero la base que ha consolidado todo ha sido el público que ha traído a gente a los conciertos o que ha recomendado nuestro disco.

Juanma: Lo bueno en nuestro caso es que hemos empezado las canciones y la proyección de grupo desde los cimientos, empezando por el boca a boca, luego Internet y ahora con una promoción más amplia. Pero ya tenemos ahí un circuito de gente que es increíble, de una generosidad tremenda. Hablan de nosotros, se mandan canciones, fotos, hacen fotologs… Es alucinante la capacidad que tiene la gente de dedicarte tiempo y de apasionarse por algo.

Pucho: De hecho el YouTube lo maneja una fan nuestra. Tenemos nuestra cuenta pero la mayor parte de los vídeos los sube ella.

Finalmente habéis sacado el disco con vuestro propio sello, Pequeño Salto Mortal, con la ayuda de Sonobox. Supongo que habéis tenido ofertas de sellos consolidados, ¿por qué decidisteis dar salida a vuestro disco de esta forma?

Álvaro: Básicamente, la decisión tomada era sacar el disco como fuese, pero con el concepto, el mimo y el cariño que queríamos poner. Llamamos a muchas puertas, hablamos con gente y vimos la capacidad que tenían de involucrarse con nosotros, de que entendieran nuestra historia y quisieran meterse con nosotros en esa aventura como un equipo, como hicieron Javibu y Manuel. Lo que conseguimos con Sonobox no lo conseguimos con otras discográficas, porque nosotros teníamos muy claro lo que queríamos en este sentido. Fue como una sucesión normal de las cosas, llegó un momento en que vimos imprescindible sacar el disco, todos lo vimos como un pequeño salto mortal, por eso se llama así la empresa. Ahora que lo hemos hecho estamos muy contentos con ello, siempre es un paso que lleva su consideración. Lo hemos hecho como hemos querido, poniendo todo el cariño que no hubiéramos podido controlar tanto de otra forma. La verdad es que lo recomendamos, es mucho más trabajo y acabas poniendo mucho dinero, eso sí, pero está muy bien.

Jorge: Nos hemos demostrado que es posible, si quieres sacar algo adelante, puedes. Somos seis personas, podemos aportar mucho trabajo a nivel humano. Ya desde el Mira fuimos haciendo cosas, tanto público como medio estaban esperando que sacásemos un trabajo más elaborado y potente y, en cuanto ha salido, ha tenido gran acogida porque por parte de los seis ha habido mucho trabajo anterior a formar el sello.

Me viene a la cabeza el grupo Amigos Imaginarios que con su propio sello, Banjo Records, han optado por hacer lo mismo.

Álvaro: En el circuito madrileño parece algo desconocido pero existe, esta ahí, nosotros nos conocemos y nos sentimos muy ligados con todos ellos.

Pucho: Ou Yeah! [risas refiriéndose al Ou Yeah! Festival, en el que han compartido cartel con Amigos Imaginarios]

El alma Ou Yeah!, sí. Pienso que tal cual están las cosas hoy en día, igual cuidar un disco y hacerlo como realmente quieres conlleva mucho trabajo, efectivamente. Pero es cierto que el tema de no fichar por sellos ya no es tanto porque el mercado esté mejor o peor, sino que de esta forma el nivel a la hora de involucrarse es mucho mayor, y al fin y al cabo el trabajo es más tuyo.

Álvaro: El concepto “fichar” debería empezar a salir un poco de las cabezas de los grupos. Como si fichar por un sello fuese la única manera de salir al mercado. Con las nuevas tecnologías y medios es posible una alternativa.

¿Cómo veis el panorama en este sentido? Parece como que no se quiere que se sepa que realmente hay muchos grupos que han creado su propio sello. Quien está dentro de este circuito sabe de su existencia, pero hay mucha gente que no sabe que es algo que está ahí.

Pucho: Sí, de hecho lo hablamos hace poco. Hay gente a la que le dices que has creado un sello y no saben realmente la maquinaria que hay detrás, también por desconocimiento. En ese sentido, a veces te deja un poco mal, no es un proceso fácil y hay mucho trabajo detrás. La prueba es que en el mercado de lo que se entiende por música comercial no se está avanzado prácticamente nada. Las grandes compañías lo están pasando mal para conseguir nuevos grupos de ese tipo de música y, sin embargo, lo que están haciendo MySpace o medios más independientes es crear una telaraña impresionante. Según hemos oído en Los40Principales parece que el año pasado entraron sólo dos novedades, la prueba está ahí. Ellos están anclados y el resto de las cosas están subiendo bastante y gracias a pequeños sellos u otras maneras. Hoy si no sabes cómo sacar un disco te lo inventas, hay muchas vías y si no las hay las creas tú, te creas una estrategia de marketing para salir.

¿Habrá una nueva edición del “Ou Yeah! Festival” este año?

Jorge: “Itineran-tres”. Charlie Bautista es el que siempre lo ha movido, y este año me he metido yo con él. Pensamos que tanto Amigos Imaginarios, como Havalina y Vetusta Morla hemos sacado disco este año y estamos teniendo mucha promo, así que este año podría tener un carácter mucho más amplio. Se pretende alargar el festival dos días y compartir cartel con artistas de fuera de Madrid, ya que la idea básica es tocar con grupos afines musicalmente y que la gente que vaya a ver un grupo también conozca a los demás, y sacarlo a otras ciudades.

Y como pregunta que siempre solemos hacer, ¿qué grupos estáis escuchando ahora mismo? ¿Qué os ha sorprendido últimamente?

Jorge: Yo últimamente lo que más hago es escuchar música por MySpace. Hace muchos años tenía tres o cuatro discos que me los empollaba anualmente, luego pasé una fase en la que tenía tanta música en mis manos que me costaba retenerla. Ahora tengo mis cuatro discos anuales, pero lo que escucho es mucha música en MySpace, y así voy conociendo grupos nuevos.

Pucho: Yo conocía de nombre a Standstill y lo escuché el año pasado, su último disco me pareció una pasada para lo que es este país musicalmente hablando, me precio una propuesta muy arriesgada. De hecho me vi bastante reflejado en la manera de hacer música, no musicalmente hablando, sino en el proceso y la estrategia, lo que llevamos detrás los que nos estamos sacando las castañas del fuego nosotros solos. Vivalaguerra (Buena Suerte / Pias, 2006) va un poco de esto, “Viva nuestra guerra” y cómo nos lo buscamos para llegar hasta aquí. Musicalmente me parecen impresionantes.

Juanma: Últimamente escucho poca música.

Pucho: Yo también escucho menos.

Juanma: Me gustó un artista del año pasado llamado Windmill. Me resultó muy curiosa la combinación de la voz tan histriónica y la instrumentación muy orgánica con pianos, cuerdas, batería, tratado de una forma muy peculiar. La producción y las canciones son muy emocionantes y la voz, que al principio me chirriaba un montón, acabó encantándome.

Pucho: Hablamos muy poco de música entre nosotros. No solemos tener un intercambio de música o dejarnos discos.

Juanma: Porque además tenemos parcelas a veces muy diferentes. David es un especialista en rumba catalana, aparte del funk, tiene un montón de singles de rumba catalana del Pescaílla…

Pucho: Sí, de hecho ha pinchado ya alguna vez.

Tras esta entrevista Vetusta Morla demuestra ser un grupo con mayúsculas. La cohesión y saber hacer de sus integrantes constata que Un día en el mundo será, si no lo es ya, un trabajo redondo.

Vetusta Morla presentan su nuevo disco el 19 de abril en Madrid, en la sala Joy Eslava.

Autor: Ana Franco

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