El cantante y compositor Curtis Harding vino a Madrid para presentar por primera vez su recién publicado álbum, Departures & Arrivals: Adventures of Captain Curt. Se trata de un disco conceptual sobre un piloto (el Capitán Curt) perdido en el espacio, que sirve como metáfora del aislamiento y el anhelo de un músico de gira. Precisamente, una de las breves palabras con las que se dirigió al público —aunque se mostró menos reservado que la última vez que le vimos en vivo— fue para pedir que se apoyara a los músicos independientes, que recorren sala tras sala y ciudad tras ciudad para promocionar sus discos y animar a que los compren.
Abrió con Out of the Black, Bahn y Time —esta última especialmente memorable por sus tintes gospel— y así continuó prácticamente con el resto de canciones siguiendo el orden del álbum, con una instrumentación muy fiel a la original. Contó con bajista, baterista, teclista —este último especialmente brillante— y guitarrista, un equipo muy compacto y profesional. Él mismo alternó la guitarra con la pandereta en cada canción. “Espero que estas canciones ayuden a la gente a reconocer que sentirse perdido es parte del viaje, y que el viaje es lo más importante. Y una vez que te des cuenta de eso, estás en el camino correcto. Ya estás de camino a casa”. Curiosamente, y es lo que uno puede temer al principio, los suntuosos arreglos de cuerda de Steve Hackman en el álbum no se echaron de menos durante la actuación. Al igual que el disco, el sonido fue completamente ecléctico y alejado de la monotonía: soul retro, funk espacial, rock psicodélico, soul sinfónico y pop barroco. Fue especialmente bailable Time, un himno dance contagioso con un toque disco y un mensaje personal y político que sonaba perfecto para la sala Wagon. Se saltó The Winter Soldier y pasó a una de nuestras favoritas, el cierre con Runnin Outta Space, sin el final prolongado del álbum, y dejó para el final el single There She Goes, una de las más celebradas de la noche.
En una segunda parte -al ser su primer concierto de gira, sin setlist previsto, mucho temimos que solo tocara el álbum en un concierto de duración minúscula— se explayó con un repaso de canciones célebres de su carrera. Comenzó con I won’t let you down, de su álbum anterior —curiosamente ahora una tendencia favorita de los fanáticos en TikTok— para regresar a sus inicios más Motown y soul clásico con On and On o Need your love de Face your face, Keep on sunshine o Next Time de Soul Power, que fueron del entusiasmo de un público preparado para el comienzo de un sábado noche. Harding, como ocurre con su último álbum y se comprobó en la actuación del viernes en la Wagon, gana puntos cuando explora texturas más experimentales, que se adaptan a una potente voz, capaz de graves ricos y falsetes limpios.
