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Bloc Party (Razzmatazz, Barcelona, 04-05-2013)

Bloc Party (25)RetPSi no vas a Bloc Party, Bloc Party irá a ti.

El calendario de conciertos de Bloc Party debe seguir alguna pauta climática, algún rollo lunar o una estrategia comercial bien pensada y perpetrada. La presentación de su cuarto Cd, Four (Frenchkiss, 2012), está significando más de un centenar de apariciones en directo alrededor de todo el mundo, prácticamente de manera ininterrumpida, desde hace justo doce meses, incluyendo la gira veraniega de festivales previa a su lanzamiento en agosto. Y se lo tienen bien estudiado. En lo que va de 2013 han segmentado su gira ocupando el mes de enero entre Estados Unidos y Japón; febrero entre el Reino Unido, los Países Bajos y Francia; marzo en Oceanía; y el mes de abril lo han dedicado el descanso. Fin de semana largo en la Península Ibérica, con tres fechas programadas, otra pausa, y desde mediados de mayo volverán a empezar el ciclo. Y si no han ido a tu ciudad, llámalos, que irán encantados allá donde hagan falta.

Bloc Party (151)RetPPorque lo del cuarteto londinense empieza a adquirir ciertos visos de recurrencia y necesidad, de algo así como el sarampión, que todos pasamos antes o después. Si no vas, o has ido ya a Bloc Party, ellos se encargarán de ir a ti, en un momento u otro. Son un poco el quiero y no puedo de la madurez musical.  Anclados en la fórmula que ató, por ejemplo, a Michael J. Fox o a Leonardi Di Caprio durante años, es normal que arranquen y activen sobre todo en el público universitario y post-adolescente unas ansias de liberación y rebeldía muy acordes con su mal llamado rock independiente. Por eso su éxito se reparte entre la menguante nostalgia dosmilera de los primeros y el atractivo que aun pueden tener para los segundos, como un acto de un tipo de indisciplina que más bien va camino de la estandarización más extrovertidamente camuflada. ¿Complejo voluntario de Peter Pan o la imposibilidad de no vivir de las rentas?

Bloc Party (111)RetPAprovechando su presencia en el Festival Estrella Levante SOS 4.8 de Murcia, la sala Razzmatazz de Barcelona, a través de su promotora Miles Away, montó anoche la excusa perfecta para traerlos en pleno fin de semana: Disco 2000 nació ayer como una fiesta concebida alrededor de una serie de bandas que protagonizaron a principios de siglo la última revitalización del pop-rock de cara al gran público. Dj Gato y madraassoo compartían cartel con los británicos, y sonaron, por ejemplo, Tv on the Radio antes, y The Postal Service o Franz Ferdinand después. Una excusa a todas luces, y más si tenemos en cuenta que, de momento, no hay más sesiones de Disco 2000 programadas para los próximos meses. Pero en cualquier caso, lo cierto es que durante la hora y poco que duró el concierto, los Bloc Party pusieron la sala bocabajo, con ambiente de llenazo y sensaciones de torridez incesantes.

Bloc Party (39)RetP Liderados en todo momento por la acaparadora imagen de Kele Okereke, que posa, canta y toca a la vez, los de Londres van al grano a la velocidad que marca Matt Tong desde la batería, con ese ritmo de cuadrículas tan británico, clavado y desarrollado con contundencia. Dieron caña de principio a fin, abriendo como lo hacen en su último álbum, con So He Begining To Lie, y recurriendo casi por igual a todos sus trabajos anteriores. Demostraron con creces que tienen un fantástico directo: fuerte, directo (valga la redundancia) y muy vertical; pero también certificaron la importancia radical del cálculo de dónde colocar los hits del Silent Alarm (Wichita, 2005), sin duda los mejor recibidos, y que siguen resultando lo mejor del currículum de Bloc Party. A los diez minutos sonó Like Eating Glasses, veinte después Banquet y Blue Light, con Coliseum en medio, y reservaron para el final de los bises Helicopter y This Modern Love, sin duda las preferidas.

Bloc Party (161)RetPPuede que haya motivos para acusar a los británicos de falta de originalidad, más allá de su primer Lp, incluso para pensar que el excesivo afán de protagonismo de su frontman pueda deberse, como pasa en los patios de los colegios, a una carencia de personalidad bajo esa máscara de extroversión musical superficial, pero saben usar bien sus cartas. Mientras interpreten sus himnos, que además son los mismos desde hace 8 años, tendrán material para rendir a buen nivel, sobre todo en un concierto concebido entre sesiones, entrada la madrugada. Es más, mientras el público siga respondiendo a aquellos como lo hizo anoche en la Razzmatazz, sus conciertos seguirán resultando vistosos, eléctricos y llenos de vitalidad musical. Son como una etapa de despertar hormonal, y resultan especialmente adecuados para una noche de inauguración primaveral. Una etapa que, aunque necesaria, siempre se pasa y queda atrás.

Fotos de Pablo Luna Chao.

Escucha el setlist del concierto en Spotify, o míralo aquí.

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