[Reseña] Florence + The Machine – Everybody Scream
Una actuación en vivo de Florence + the Machine, para quien aún no la haya visto, se asemeja a algún tipo de ritual. Desde la perspectiva de un espectador que no es fan habitual, se puede contemplar, casi como si fuera un documental, el estado de hipnosis colectiva de todos los presentes, mientras Florence Welch despliega todo su ilusionismo a lo largo del escenario. No resulta sorprendente, por tanto, que el eje temático de su nuevo álbum, Everybody Scream, gire en torno a la brujería, el misticismo y el ocultismo.
A este trasfondo se sumó la experiencia del aborto que la cantante y compositora sufrió durante una de sus presentaciones. Para sobrellevarlo y comprender una vivencia «clínica y brutal», recurrió a libros de mitología, brujería y terror folclórico. Su investigación la condujo a descubrir que las primeras mujeres acusadas de brujería solían ser parteras o simplemente mujeres que poseían tierras o vivían al margen de las normas tradicionales. En este sentido, Florence regresa más envuelta en misticismo y mitología que nunca. De hecho, comenzó a escribir el álbum mientras aún estaba de gira con Dance Fever, junto a Mark Bowen, de la banda punk Idles. El proceso creativo consistía en compartir las letras con Bowen a través de la aplicación Notas, recibiendo a cambio sugerencias musicales como «un estilo glam rock con bajo» o «una disonancia estridente que suena como un grito».
Witch Dance, por ejemplo, ejemplifica esta nueva etapa: incorpora coros inquietantes y un ritmo poco habitual en la banda, utilizando el sexo como metáfora de su casi pérdida de la vida. Por su parte, Perfume & Milk, sin artificios y evocando la curación en la naturaleza, se inclina hacia un estilo cantautoral al modo de PJ Harvey, aludiendo al proceso natural de crecer y regresar a la Tierra; este mismo hilo se retoma en Buckle, aunque con un enfoque aún más folk. Florence no abandona la épica, presente en Kraken y The Old Religion, desarrollándola en un crescendo cuidadosamente construido. You Can Have It All, en su tour de force vocal del álbum, retoma un estilo art pop, reconociendo que durante gran parte de su vida se equivocó en la percepción de la tristeza, mientras que And Love cierra con un canto optimista. En resumen, con Everybody Scream Florence y su proyecto regresa a sus raíces folk, con un enfoque incluso más minimalista, quizá incluso demasiado experimental para algunos fans. Si bien no alcanza la grandeza de sus himnos más célebres, no se le puede tachar de no ser lo suficientemente personal y auténtica: de hecho es más dramática, intensa, oscura, gótica y mística que nunca.






