Black Rebel Motorcycle Club – Baby 81
Hace un par de años, Black Rebel Motorcycle Club (BRMC) editaban Howl (Virgin, 2005), álbum que supuso un cambio radical en el sonido de la banda y en donde no participó el batería Nick Jago por sus problemas con el alcohol y las drogas. El disco fue bien recibido en general, si bien es cierto que muchos seguidores de la banda seguían queriendo más raciones del sonido de sus dos primeros trabajos. Jago volvió a la formación y el trío se metió en el estudio para grabar este Baby 81 (Sony, 2007) mientras todos nos preguntábamos por dónde tirarían en esta ocasión: ¿seguirían y profundizarían en el camino abierto con Howl o volverían a subir el volumen de las guitarras eléctricas?
Baby 81 se encuentra, digamos, en un punto más o menos intermedio. Las guitarras vuelven a atronar, pero encontramos un mayor equilibrio en todos los sentidos. No dejan de lado su anterior trabajo, pero lo recubren con electricidad, suciedad y oscuridad, dando como resultado algunos de los mejores momentos de la banda (y otros no tanto, cierto). Hay rock convencional (Took out a loan, Lie on your dreams), momentos lentos e incluso mántricos (los más de nueve minutos de American X, con infinidad de lisérgicas capas de guitarras superpuestas) e incluso una canción rescatada del olvido (la acústica Am I only). Por otro lado siguen teniendo relativa facilidad para encontrar pelotazos instantáneos, como es el caso de Need some air, Weapon of choice y Berlin, donde Robert Levon Been grita “El suicidio es fácil, ¿qué paso con la revolución?”. A destacar, por último, Not what you wanted, que cuenta con una de las melodías más reconocibles y redondas de este Baby 81.
Tal vez la crítica parezca demasiado benigna, pero lo cierto es que los momentos flojos del disco, que los hay, tampoco es que sean muy olvidables. Puede que un álbum algo más recortado en duración y temas habría favorecido al conjunto, ya que algunas piezas parecen no encajar del todo bien, además de no aportar nada interesante a la trayectoria del la banda. En cualquier caso, BRMC han sabido condensar muy bien en este Baby 81 su personalidad sonora, ofreciendo lo que ellos quieren mostrar, y eso, actualmente, ya es algo grande.