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The Sunday Drivers: Conciertos Únicos (Madrid, 18-12-2004)

The Sunday Drivers: para muchos de nosotros, una de las actuaciones más esperadas dentro de la serie de Conciertos Únicos de la sala Galileo Galilei de Madrid. Y así fue, el concepto “concierto único” quedó claro ese sábado noche debido a lo peculiar del repertorio de temas. Una grata sorpresa para todos los asistentes. Comenzaron tocando About you de Teenage Fanclub, interpretada por Fausto. Tema con un sonido muy pop, perfecto para abrir el concierto. Continuaron con The circle, de Ocean Colour Scene, Jero afirmó que les gustaban mucho. Cuando nombraron a The Kinks se escucharon muchos aplausos, y es que Sunny afternoon, además de ser una gran canción (que quizá todos recordemos por la frase “in the summer time”), sonó grandioso acompañado por los coros de Fausto y Lyndon.

Llegó el turno al primer tema propio de The Sunday Drivers. Time time time hizo que el público comenzase a cantar su estribillo y que el ambiente se animase rápidamente. Y tras esto, una de los Beatles; Green onion fue una versión muy fiel al tema original. La primera canción más calmada llegó con Often, perteneciente al último álbum de los Sunday Drivers, Little heart attacks. El público aplaudió como nunca cuando los sticks de Carlos y los arpegios de Fausto dieron paso a Lyndon, que comenzó a cantar Everybody´s talkin’, quizá el tema más conocido de Harry Nilsson. Nos sorprendió la calidad vocal de Lyndon, que reprodujo perfectamente la complicada melodía de esta famosa canción.

De repente todos los componentes del grupo, excepto uno, abandonaron el escenario. Jero se dirigió al público diciendo que quizá después se arrepintiera de lo que iba a hacer, y que lo que nos iba a mostrar a continuación era algo que también escuchaba en su casa. Comenzó a tocar unos acordes típicos del flamenco y cantó un tema de corte andaluz que nos dejó a todos con la boca abierta. Quedó bien claro que transmite con su voz lo mejor de sí mismo, y no sólo con canciones pop. La sala mantuvo el silencio cuando Jero continuó con su guitarra interpretando una bonita canción de Ben Harper; “dicen que me parezco a él” comentaba el cantante.

El concierto continuó con otra versión de los Beatles, In my life, cuyo toque nostálgico lograron expresar a la perfección. Con Wish you were here de Pink Floyd llegó de nuevo el cambio de roles en el grupo: Miguel tocó la guitarra acústica, Julián el bajo y Lyndon cantó acompañado por los coros de Jero. Una versión que sonó algo más fuerte que el tema original. Para continuar con estos homenajes, unos peculiares riff de guitarra que, efectivamente, eran lo que parecían: el Ziggy Stardust de David Bowie, y los de Toledo lograron desarrollarlo de una manera particularmente emotiva. La parte más psicodélica de la noche llegó a manos de Julián, Miguel y Carlos, que comenzaron a tocar She´s not there de The Zombies y la enlazaron con Riders on the storm de los Doors, momento en que el público estalló en aplausos.

Tras estos dos magníficos temas, la canción que mucha gente esperaba. Al escuchar los primeros acordes de On my mind la sala entera comenzó a cantar el tema de apertura del último disco de la banda. Continuaron con una genial versión del tema de Bob Dylan I shall be released, que la banda interpretó con gran sentimiento. Jero sonó como nunca acompañado de la armónica melódica de Julián. Así, The Sunday Drivers finalizaron su concierto en medio de la aclamación de los presentes, que querían más. Tras un minuto salieron de nuevo al escenario para tocar una versión que muchos asistentes ya habían escuchado anteriormente. Parece increíble que Dancing queen, de Abba, no parezca la misma cuando los Sundays lo interpretan. El resultado es una canción estupenda, repleta de calidez y optimismo. Tanto el público como los músicos estaban muy animados. Felicitando la Navidad y dando las gracias de nuevo a los asistentes, interpretaron un tema de Stevie Wonder, I just call to say I love you, cuyo primer estribillo fue cantado a viva voz por todo el público, jaleados por el grupo.

Tras este tema parecía que el concierto se daba por finalizado, pero la gente no dejó de aplaudir, algunos incluso tarareaban los coros de Little heart attacks, lo que viene siendo habitual en las actuaciones en directo de la banda. Y éste fue el tema con el que The Sunday Drivers salieron de nuevo al escenario. La gente, más entregada que nunca, cantó sin cesar los coros a los que antes nos referíamos. La sala se llenó de entusiasmo y al terminar estalló en aplausos y ovaciones. Realmente mereció la pena asistir a tan peculiar show. Esa noche, The Sunday Drivers demostraron su calidad musical, la entrega total en cada nota tocada y su gran capacidad para transmitir al público buenas vibraciones. Queda en la memoria de todos un concierto único con uno de los grandes grupos del panorama musical actual.


Texto: Ana F.
Fotos: Carlota S. y Ana F.

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