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[Reseña] Sha La Das – Love is in the Wind

Todo queda en casa.

Sha La Das vienen desde Staten Island y son cuatro, el padre, Bill Schaldas, y sus hijos Will, Paul y Carmine. El productor y músico de Dunham Records / Daptone Thomas Brenneck había escuchado por primera vez sus armonías vocales en el estudio en Brooklyn para grabar voces en Victim of Love de Charles Bradley. Bill tiene un pasado, en el grupo vocal de Brooklyn, The Montereys en la década de 1960,  cuyos singles  Face In The Crowd / Step Right Up on Blast están muy cotizados estos días.  Formó parte, así,  de los primeros grupos de doo wop y r&b y tuvo como escuela la calle, el mismo método con el que enseñó a sus tres hijos cómo manejar las voces. Así, la banda creció cantando armonías en el porche de Staten Island.

En este, su tardío debut- algo también propio del sello, que no entiende de edades a la hora de lanzar una carrera – el talento de estos cuatro músicos- blancos, de alma auténticamente negra- se resume en once canciones de doo wop y r&b entregadas con absoluta convicción y que reproducen fielmente el sonido de una era pasada, con músicos de apoyo- todo en familila- que han ayudado a definir el sonido de Daptone / Dunham Records, como el teclista Victor Axelrod (teclado), el batería Homer Steinweiss (Sharon Jones y The Dap-Kings, Menahan Street Band) y el bajista Nick Movshon (Menahan Street Band, The Arcs), así como los complementos perfectos del trompetista Dave Guy (Sharon Jones & Los Dap-Kings, Mark Ronson, The Roots) y el saxofonista Leon Michels (El Michels Affair, Menahan Street Band).

Lejos de los habituales discos de retrosoul que abundan actualmente, el debut de The Sha la Das se aleja del cliché Motown y retoma otras raíces más cercanas al doo wop (It´s you) de los cincuenta y al sonido Filadelfia (Summer breeze) de los setenta. Tras la pérdida, en poco tiempo, de dos referentes de su sello, como eran Sharon Jones o Charles Bradley, Daptone Records continúa mirando hacia adelante con ilusión sin perder la perspectiva del juicioso pasado. Buena lección de vida.

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