entrevistas

Will Johnson (enero 2007)

Will Johnson es miembro y compositor de Centro-Matic y South San Gabriel, tocando también con otros proyectos como Undertow Orchestra y actuando en numerosos lugares con sus temas en solitario. Su gira conjunta con Micah P. Hinson le ha traído a nuestro país. A las ocho de la tarde, en el backstage de la sala Moby Dick en Madrid, Will Johnson nos habló de sus proyectos, su música y su vida, quedando claro que para él todas son piezas inseparables entre sí.

¿Es la primera vez que estás en España girando sin banda?

Toqué con mi proyecto en solitario al principio del todo cuando vine a España. Ésa fue la primera vez que estuve en Moby Dick. Fue en la primavera del 2005, hace casi dos años.

Tienes una agenda muy apretada, con un ritmo muy alto de actuaciones. ¿Cómo lo llevas?

Estoy ocupado pero está bien, lo prefiero así. No sé, llego a casa y después de estar un rato allí, de ver mis mails, ponerme al día con las llamadas, las facturas, pasar un tiempo con mi novia… Dos o tres semanas después de eso necesito estar haciendo algo, sabes, es como “Es el momento de ponerme a ello otra vez”. Me encanta tocar. No sé, es como un sentimiento, un ritmo que te acostumbras a llevar y se vuelve como algo natural, no es como un trabajo. Bueno, algunas veces sí parece más un trabajo, pero no demasiado, en eso me siento realmente afortunado.

¿Has tenido algo de tiempo para descansar o visitar algo?

No, esta vez los viajes están siendo muy largos, todos los días. Hubo dos días de ida y vuelta, cuando fuimos y vinimos de Mallorca, y no hay mucho tiempo para hacer otras cosas en esta gira. La última vez que tuvimos un día libre fue en Bilbao, y estuvo genial. Pudimos ir a comer por allí y ver la ciudad, muy bonita, me quería quedar allí más tiempo. Ocasionalmente tenemos algún día libre, pero no en este tour. Son once conciertos, siempre en la furgoneta, leyendo un libro… En todas mis fotografías puedes ver los limpiaparabrisas en la parte de atrás, o un lago visto a través de los cristales laterales del coche. Siempre están tomadas desde la furgoneta. Básicamente, así es cómo hago turismo ahora. Bueno, creo que tengo una de la Torre Eiffel con todo el sol de cara… Pero está bien, hace que lo aprecies mucho más cuando tienes un día libre.

Aparte de tu proyecto en solitario, tienes otras dos bandas, Centro-Matic y South San Gabriel, y eres el compositor de todas las letras. ¿Cómo decides a qué banda va cada canción?

Intento no pensar mucho en ello durante el proceso de composición. Creo que si pienso demasiado hacia dónde debería ir con un tema o cómo quiero clasificarlo perdería la idea. Así matas la canción, lo que es un sentimiento bastante frustrante. Generalmente escribo durante un período de tiempo, sobre todo en casa. No compongo mucho en la carretera, pero sí en casa, con las máquinas de grabación que tengo allí, y así es como surge: tengo cuarenta y nueve canciones nuevas y las reviso y pienso “Esto es probablemente mejor para esta banda”, y ahí es cuando empiezo a tomar decisiones. Además todos somos muy democráticos con eso, lo discutimos y muchas veces veo que el resto de músicos tienen una idea mejor que yo sobre dónde deberían ir los temas. A veces dicen, “¿Sabes? Creo que esto podría ser una canción de Centro-Matic, o de South San Gabriel…”. Pero estamos muy abiertos a discutir todo eso, ya que es muy importante que todo el mundo tenga voz, y debemos estar seguros de que cuando grabamos las canciones estamos siendo felices con ello. Así es como se decide siempre, así que cuando escribo no me preocupa demasiado.

¿Y el proyecto de Undertow Orchestra? Os vimos en Barcelona y gustó mucho al público. ¿Cómo surgió esta formación?

Todos en Undertow Orchestra tenemos el mismo manager, y a él se le ocurrió la idea hace más o menos dos años. Nosotros nos conocíamos, no mucho, sólo de encuentros previos y algunos conciertos juntos en la carretera. Entonces él dijo “Vosotros sois cuatro de mis compositores preferidos, os conozco a los cuatro muy bien aunque vosotros no os conozcáis mucho y sé que sois todos fans los unos de los otros, y uno de mis sueños es veros a los cuatro en el escenario, juntos en una banda y tocando la música de cada uno de vosotros”. Lo planteó, me parece, en el verano de 2005, y el siguiente mes de febrero nos fuimos juntos como una semana a la casa de Vic Chessnut y después a dar conciertos en Estados Unidos, en la costa este, el sur y la mitad oeste del país durante la mayor parte del mes. Nos gustó tanto que decidimos ir a hacer un tour también por aquí.

Espero que haya un momento en que podamos grabar un disco. Estamos muy ocupados, a veces es difícil juntarnos todos, pero espero que podamos despejar un espacio y hacerlo porque es muy divertido, es realmente gratificante. Yo soy un gran fan de esos tres tipos, para mí es genial escucharlos.

Es increíble cómo cambiáis los instrumentos. Tú tocas también la batería.

Es una oportunidad para mí de tocar de nuevo la batería, me resulta divertido. Todos nos reímos mucho, son todos muy divertidos, hay momentos ridículos. Ojalá lo podamos volver a hacer un día, echo de menos a esos tíos de verdad.

¿Algún otro proyecto? [risas]

No, ¡pero si ya son cuatro! [risas] Suficiente por ahora. Oh… ¡No! No es verdad, ¡estaba mintiendo! [risas] Bueno, quizá haya un quinto, probablemente no debería hablar de ello, pero hay una idea con mi amigo Patterson Hood, de Drive By Truckers. Él acababa de terminar su segundo álbum en solitario, e improvisamos una banda para un concierto en Georgia, en el mes de octubre, y después de aquello todos decidimos que estaría muy bien hacerlo. Fue como, “Hey, piénsalo”, así que puede haber algún momento en que toquemos con él, espero que sí, ahí está, ya veremos. Quizá no debería hablar de ello pero a él no le importaría, creo que él quiere que eso suceda. De cualquier modo yo espero que así sea. Drive By Truckers son buenísimos, algunos de mis mejores amigos, son ya parte de la familia.

Centro-Matic ha cumplido ya diez años…

Sí, si fuéramos niños estaríamos en el 5º curso. [risas]

Es un grupo que se ha caracterizado por hacer muchísimos directos, sobre todo en Estados Unidos. Tras todos estos años de carrera como músico, ¿en qué ha cambiado más tu vida?

¿Personalmente? Hay muchas pequeñas cosas que cambian. Quizás lo afortunado que me siento, y cómo veo el mundo después de viajar mucho. Pero en un marco más general pienso que todo el mundo tiene que hacer algo que realmente le haga sentirse bien, que les permita despejarse y representar exactamente quienes son. Si eso significa que vendes zapatos pero luego haces dibujos, genial. No sé, das clase a niños pero haces esculturas fuera de tu trabajo, por ejemplo. Creo que todo el mundo necesita una vía de escape, y tengo mucha suerte porque he hecho de esa forma de expresión mi vida. Es en definitiva saber exactamente lo que quiero, lo que me hace más feliz.

¡Oh¡ ¡Estoy hablando mucho! [risas] Es como un proceso de limpieza. Hacer una canción, o un álbum, o lo que sea que representa mi alma, a veces dice mucho de mi vida incluso. Leo las letras y las miro de forma diferente, pienso “Sé lo que estaba pensando ahí”. Puede que no sea muy consciente de ello en su momento, pero miro atrás y me digo “¡Hey! Sé lo que había en tu cabeza en ese momento”. Las canciones me ayudan a conocerme un poco mejor como ser humano. Además, también es una oportunidad para pasar mucho tiempo con tres de mis mejores amigos, y eso es una gran suerte. Ha sido mucho tiempo así y ojalá que siga siendo así. Espero que eso más o menos conteste la pregunta…

Sí, de hecho, dice mucho sobre la pregunta.

Bueno, ahora también me he convertido en buen conductor, me sé las direcciones de los viajes muy bien. Cuanto más viajas mejor conoces las ciudades y más aprendes sobre ellas, sobre la gente. De verdad, es un trabajo realmente bueno. [risas]

Hablando de los directos, los tuyos se caracterizan por tu forma de tocar y cantar, que es muy expresiva. El público dice que transmites mucho con tus temas en vivo. ¿Cuáles son para ti las diferencias entre tocar sobre el escenario y grabar en estudio? ¿Qué te aporta cada una de ellas?

Cada una te da algo muy bueno. Las dos son experiencias muy espirituales. A veces el directo va más sobre pasarlo bien, aquí y ahora, con la gente o con tu banda. Grabar es algo más espiritual, como que lo construimos. La forma que tenemos de hacer discos es irnos fuera durante unas tres semanas, estamos en el campo, cocinamos juntos, comemos juntos, todo muy familiar. Es muy divertido pero, no sé, es diferente, un proceso más lento. Intentas mantener y transmitir esa diversión, pero es un poco más espiritual que un directo, que se trata más de pasártelo bien, tomarte unas cervezas y reírte con la gente, vivir el momento. Son diferentes, pero las dos son sorprendentemente gratificantes en su campo, y las dos me encantan.

Quizás haya bandas que piensan que grabar en estudio es más pesado, más lento, pero creo que puede llegar a ser una experiencia muy buena.

Sí, en eso tenemos suerte, siempre que grabamos juntos nos hemos sentido muy satisfechos. Hay días que paras si tienes un problema en el equipo o algo así, pero eso es algo sin importancia. Nunca hemos llegado a pensar “Esto es aburrido” o “No quiero estar aquí”. Siempre estamos muy volcados en el proceso de grabación e intentando que cada disco represente eso, así al menos tener un documento de lo que hemos sido en ese momento todos juntos. Creo que Fort recovery (Misra, 2006), el último disco de Centro-Matic, es precisamente eso, justo lo que queríamos transmitir.

Cuando estás componiendo, ¿en qué piensas? ¿Tratas de contar algo a alguien o es una forma de sacar de tu cabeza tus pensamientos?

Tengo que escribir, tengo que hacerlo. Puede que llegue un momento donde no escriba más canciones o simplemente no lo sienta así, pero por ahora y por todo lo que ha sido hasta ahora, diez u once años, no puedo imaginar… No sé, intento imaginar una vida sin escribir canciones y es difícil de visualizarlo. Por ahora no lo puedo evitar, ¡me gusta tanto! Siempre siento ganas de trabajar con la melodía, o un fragmento, o algo así. Trabajando lentamente con ellas se convierten en algo. Incluso si es una canción que nadie escuchará nunca, incluso si es una pequeña pieza de treinta y siete segundos de basura, es sólo algo que me entretiene por un minuto o dos pero es la forma en la que yo estoy conectado.

Creo en la teoría de que hay canciones para ser tomadas, que están flotando alrededor. Sé que suena un poco místico, pero siento que algunas canciones simplemente vienen a ti por una razón, y es tu trabajo transmitir la canción. Algo viene de alguna parte, realmente creo en ello. Menos mal que es un poco más subjetivo, no es científico, ya sabes. [risas] No es algo que puedas escribir en un papel, pero me gusta mucho creer en ello.

La gente necesita expresarse, sea como sea, hay quien hace deporte, quien escribe…

Sí, y la inspiración siempre aparece en los momentos menos adecuados. Hubo una vez que una canción me vino justo cuando estaba apunto de irme de vacaciones durante tres semanas. Tenía la maleta en la mano, todo en la casa ya estaba cerrado, pero una idea vino a mí y me tiré los siguientes veinte minutos grabando y dándome todo igual, con mi coche fuera para irme. Después me reía cuando iba conduciendo pensando “¿De dónde viene?”. Fue un momento raro, no es que me sentara a pensarlo, simplemente vino a mi cabeza y necesitaba tener un documento de ello, capturarlo, sino quizás se fuera para siempre…

Es como los sueños, en cuanto te despiertas se te pueden olvidar.

Exacto. A veces cierro los ojos y tengo una especie de guión de cine merodeando por mi cabeza, e intento escribir sobre los personajes que veo y contar sus historias, incluso crear personajes, cosas así. Ocurre en diferentes momentos, más o menos inesperados. A veces vas andando por la calle, hay un montón de gente, y no puedes encontrar un boli o algo para escribir, o estás en una cafetería… Pero es parte de la belleza de todo esto, son cosas que precisamente hacen que aumente mi amor por ello.

Hay gente que si le pilla de improviso, coge el teléfono y se llama a sí mismo, o lo apunta en el móvil.

Sí, es buena idea. Conozco a gente que hace eso, escritores, guionistas…

De todas las canciones que has compuesto, ¿tienes predilección por alguna?

Van cambiando, supongo. Hay una que me gusta mucho ahora, aún no ha sido publicada. Es una de esas canciones que vino en un momento muy, muy imprevisto. La he tocado en todos estos conciertos excepto en el de la pasada noche. No es realmente nueva, no pienso que sea la mejor canción que he escrito ni nada de eso, pero sí creo que es donde está mi cabeza ahora mismo, y a veces eso marca la diferencia. Pienso que es la mejor representación de dónde estoy ahora psicológica y espiritualmente. Se llama When the angels will put out their lights.

¿La escucharemos esta noche?

Quizá. Hago el setlist a medida que salgo. Tengo una lista con todas las canciones y voy decidiendo. No trabajo con un setlist específico, lo decido en el momento, es más entretenido. Me hace salir más nervioso. [risas]

Apareciste en la banda sonora de la película TrobradourS en el año 2005. Hace poco estaba viendo un trailer de la película “Salt Creek County” y de repente te vi actuando en ella.

¡Sí! ¿Lo viste? [risas]

Me sorprendió verte allí, sí. ¿Cómo ha sido la experiencia?

Fue muy divertido, mi primera vez en el cine. Estaba tan nervioso mientras conducía… Tuve que conducir durante dos días para llegar al lugar donde se rodaba. Estaba un poco nervioso, era experimentar algo por primera vez. Conocía sólo a dos personas de las veinticinco que trabajaban allí, e iba a un sitio en el que nunca había estado antes, a hacer algo que nunca había hecho y con gente que nunca antes había conocido. ¡Pero fue tan divertido! Aprendí mucho de todos ellos, fue un encuentro con gente muy creativa, en medio del bosque en Illinois. Fue genial, imagino que saldrá para esta primavera o verano. Quiero hacerlo otra vez.

¿Tienes planes musicales tienes después de esta gira?

Sí, tenemos planes. Empezaremos a grabar un nuevo disco de South San Gabriel a comienzos de febrero y estaremos la mayor parte del mes haciendo eso. Luego, marzo está abierto. Haré una gira en solitario por Estados Unidos en abril. Es agradable para mí hacer una pequeña gira en solitario entre discos. Hace tiempo también hice ese tour por allí yo solo, y es agradable simplemente conducir a solas, componer nuevas canciones…

Así que haremos un nuevo disco de South San Gabriel, y ya tenemos un nuevo disco de Centro-Matic grabado. Estamos hablando para editarlo como álbum doble, ambas bandas. Tenemos un nuevo E.P., y saldrá aquí en abril o mayo, así que intentaremos volver aquí, esperemos que para el Primavera Sound, y quizás haya más conciertos, ojalá que sí, toquemos madera [dando golpecitos a la mesa]. Así que eso es lo próximo, suficiente para mantenernos ocupados durante un tiempo.

Yo comencé a conocer tu música cuando vi la portada de un disco de South San Gabriel, The Carlton chronicles (Misra, 2005). Alguien me dijo que el disco contaba toda la historia de un gato, así que lo compré. Después de eso, empecé a ver que detrás de South San Gabriel había muchos más grupos.

Me encanta que hicieras eso. Dice mucho de una persona cuando te comenta “He encontrado este grupo y he buscado de qué iba esta banda, y luego encontré cosas y…”. Nunca puedes saber si alguien va a acercarse a indagar y conocer tu música, o tu libro, o tu película. Nosotros siempre hemos apreciado mucho a la gente que se toma el tiempo de encontrar otras bandas, otros proyectos. Hay gente que le gusta South San Gabriel y que no conoce Centro-Matic, y luego dice “¿Qué es eso?”… No sé, son cosas que nos mantienen en pie, es esa gente la que mantiene todo esto a base de indagar un poco. A mí también me encanta buscar y encontrar.

Así vas descubriendo muchas cosas, unas llevan a otras…

Es parte de ser un fan de la música, es muy importante. Tenemos tanta música que se nos muestra que es imposible abarcarlo todo, o intentar conocerlo todo, pero es muy importante indagar. Pero no sé si te he cortado, acerca de la historia del álbum de South San Gabriel.

Me sorprendió la historia que narrabais en el disco. Lo que más me gustó fue eso, toda una historia simplemente acerca de un gato que se escapa y lo que le va sucediendo.

Escribirlo fue todo un reto, pero realmente me encantaba la idea viendo la historia que había en desarrollo, ya que empecé con una de las canciones de mitad del disco y después trabajé con el resto hasta completar la historia. Espero que pueda continuarla en algún momento. El nuevo disco de South San Gabriel no va a ser así, vamos a dejar tranquila aquella historia durante un tiempo y volveremos a temas de la vida real, un tipo de cosas menos ficticias. Quizá algún día hagamos otra historia así. Iba a seguir escribiendo la continuación de la historia, pero no era natural, sentía que lo estaba forzando, y no quiero hacer eso.

Imagina que estás en casa tranquilamente, y te apetece escuchar algo de música. ¿Qué discos pondrías ahora mismo?

Estos días he estado escuchando mucho a Jesse Sykes & The Sweet Hereafter, están es Barsuk Records. He escuchado su nuevo álbum, su tercer trabajo, está de gira con Sparkle Horse, teloneándoles en todo Estados Unidos. Tiene unas canciones increíbles, me encanta su voz, me hace dormir, me gusta mucho. Qué más… Tengo que mencionar el nuevo disco de mi amigo Richard Buckner, también a Drive By Truckers, que los he estado escuchando hoy. También a un tío que se llama Richard Swift, su último disco me acompaña mucho cuando viajo.

Son muchos lo que me gustan. Hay un artista de hip hop que se llama Dudley Perkins, al que he escuchado mucho durante el último año. Otros que se llaman PPT y son del norte de Texas, nuestro anterior sello editó su disco y me encantan. Y por supuesto AC/DC [risas] ¡He vuelto a AC/DC! La canción Hells bells me hace emocionarme, me encantan, supongo que me emocionan por cantar canciones tan lentas y tristes. [risas] Pero en el fondo soy un rockero, aunque escucho hip hop, música triste, heavy metal… Y se me olvidaban, mis amigos My Morning Jacket, son una de mis bandas más favoritas, les adoro. Bueno, ¡ahí tienes unas cuantas! [risas]

En este momento, Micah P. Hinson baja al backstage para decirle a Will que es el turno de su prueba su prueba de sonido. Así, con gran agradecimiento por parte de ambos, llega a su fin una entrevista en la que algunas preguntas quedaron en el aire, pero las que aquí se muestran dan fe de que nos encontramos ante un músico que, además de componer grandiosas canciones, es también un excelente conversador.

Texto: Ana F.
Fotos: Matt Pence

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Botón volver arriba