Siete años le ha llevado esta vez a Natalie Merchant elaborar su nuevo trabajo, tal vez por lo complejo de su nueva obra: lo que en principio iba a ser prácticamente un disco de canciones para niños se ha convertido en un álbum conceptual en el que, efectivamente, se incluyen las citadas composiciones, pero al que la artista ha sumado otra serie de poemas relacionados directamente con la infancia. En ese sentido, algo ha variado con relación a The house carpenter’s daughter de 2003. Si en aquel disco todas eran versiones de canciones tradicionales, en Leave your sleep nos hallamos ante poemas de escritores, tanto británicos como americanos, de finales del siglo XIX a la primera mitad del XX, a los que la cantante ha puesto música con la ayuda y coproducción de Andrés Levin.
En este doble disco -de folk tradicional en su mayor parte- podremos por tanto encontrar gran variedad de autores, desde Robert Louis Stevenson a Robert Graves, que Merchant adapta según el estilo que mejor parece encajar con ellos. En esa heterogeneidad resaltan el vals que recrea en Equestrienne y el pop con reminiscencias a Carole King de It makes a change, con la ayuda de Medeski, Martin and Wood; o territorios que nos recuerdan más a su época en 10.000 Maniacs, como el reggae de Topsyturvey-world, el Rhythm & blues de Griselda -con un gran saxo final- o el enorme broche sinfónico de Spring and fall: to a young child, poema de Gerard Manley Hopkins. Tal vez no es lo que esperaban sus más fieles fans -un disco completo de originales-, pero no cabe duda de que en este doble álbum la (siempre bella) voz de Natalie Merchant viene respaldada por grandes argumentos.
Estuve en su conciero de Berlín, el 15 de mayo y nos gustó mucho. Cantante de raza, bonita voz, sensibilidad y que llegó al público. Increible la inexistente publicidad que se dio de ella en la ciudad. No estaba anunciada ni en el teatro donde actuaba. De todas maneras estábamos bastantes inondicionales de esta cantante que ha formado parte de nuestra vida desde jóvenes.