El músico norteamericano incendió de rock and roll la abarrotada sala La Riviera.
Aunque ya el protagonismo era para su disco en solitario, Blunderbuss, como demostró con la apertura de la vertiginosa Sixteen Saltines, White no descuidó sus éxitos con The White Stripes (Hotel Yorba, You’re Pretty Good Looking, We’re Going To Be Friends y sobre todo, Seven nation army) y The Raconteurs (Steady as she goes), que fueron coreados por unas 2.500 personas en la sala, que pudieron disfrutar del estadounidense acompañado de sus cuatro músicos, The Buzzards, los buitres, en una hora y media de concierto.
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