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[Reseña] Courtney Barnett + Kurt Vile – Lotta Sea Lice

Sumar o multiplicar.

¿Puede el poder unificador de la música con los 15.000 quilómetros que separan Filadelfia y Melbourne? Kurt Vile y Courtney Barnett, norteamericano y australiana de nacimiento, son vecinos de género y filosofía musical, y solo era cuestión de tiempo que sus caminos se cruzaran. Cuenta la historia que se conocieron cuando Vile actuó en Australia presentando su último trabajo, haciendo de Melbourne la ciudad principal de preparación de Lotta Sea Lice, el álbum conjunto que han publicado hace unas semanas. El resto es música.

El disco, como era de esperar, rebosa de americana, de country y de ese folk trotón que tanto caracteriza a ambos artistas en solitario. Es un claro punto de encuentro entre sus semejantes inquietudes y, en general, se aprecia el trabajo conjunto de redefinición y reformulación de determinadas canciones no compuestas exprofeso para este álbum. Sin embargo, no parece que musicalmente hayan ido mucho más allá con respecto a sus puntos de partida individuales. O, dicho de otro modo: además de una simple suma aritmética, no hay un plus de Vile en Barnett ni viceversa, ni han establecido un sello conjunto propio, y eso era precisamente lo que más esperábamos.

Sin tratarse de una división quirúrgica, hay canciones de Vile y canciones de Barnett. Ya sea un germen, una idea o una vieja canción inacabada, los mismos autores reconocen que el trabajo ha sido casi más epistolar que físicamente conjunto, enviándose propuestas continuamente. En el primer apartado encontramos la ya conocida Over Everything, esa cabalgadura infinita con el sol siempre en el horizonte, como auténtica cabecera del álbum. También la plácida y muy country Continental Breakfast, la casi-Pixies Blue Cheese, tema compuesto por un adolescente Kurt Vile, y, obviamente Peepin’ Tom, versión de su último álbum en voz y cuerdas de Barnett. Por otra parte, la pantanosa Let It Go, la pesada y renqueante On Script y Outta The Woodwork –versión de su álbum de debut– pertenecen al universo estilístico de Barnett, y no se aprecia en ellas demasiada influencia de Vile.

Luego hay dos versiones de artistas externos: una procedente del círculo cercano de Barnett y otra del ADN musical de la adolescencia de Vile. Fear Is Like A Forest, pieza compuesta por Jen Cloher, pareja sentimental de Barnett, es un golpe de carácter blues-rock, muy Crazy Horses, que se erige como uno de los mejores pasajes del álbum, todavía en sus primeros compases. Mientras que Untogether, un tema original de los Belly de Tanya Donelly, cierra el disco con la placidez de un alma country-chill. Pero lo dicho: no hay sello común sino una correcta suma de buenas intenciones.

Un tanto superficial e inconexo desde el punto de vista lírico, Lotta Sea Lice aborda temas como la composición, la soledad y el bloqueo de los escritores, la impaciencia juvenil o la amistad y otras relaciones imposibles, siempre salpicados por ese tipo de narrativa de ambos tan llena de anécdotas y referencias. Aquí se nota la empatía y comprensión mutuas, pero de nuevo, más allá de determinados duetos establecidos, no hay un discurso común que pudiera poner en valor este disco como una multiplicación y no como una suma de sus dos elementos. “I cherish my intercontinental friendships / We talk it over continental breakfast”, dicen en un momento determinado: descripción que nos remite a cierta impersonalidad y frialdad presentes a lo largo de todo el álbum. Hay dos talentos innegables, un trabajo conjunto hecho con la mejor de las intenciones, pero también hay una enorme distancia entre ellos, fruto de esos 15.000 quilómetros, que a la postre no son tan fácilmente superables.

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