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[Reseña] Cate Le Bon- Pompeii

Cate Timothy tomó su nombre profesional tars una broma, inspirada en la aparición de Simon Le Bon de Duran Duran en los Brits. Hasta ahí su vinculación con la banda de new wave. Tras quedar atrapada en Islandia durante el bloqueo inicial de Covid de 2020 mientras trabajaba en el álbum Boy from Michigan de John Grant, Cate pudo escapar a Cardiff, Gales, y recibió las llaves de la casa propiedad de Gruff Rhys de Super Furry Animals, donde se había quedado 15 años atrás mientras creaba su álbum debut Me Oh My. En esta aventura inesperada no estuvo sola, sino que la acompañó su pareja, Tim Presley de White Fence, así como su ingeniero/coproductor de toda la vida, Samur Khouja.

Todo lo acontecido sobre Pompeii (Mexican Summer) está, por lo tanto, inexorablemente ligado a esta situación excepcional. Así, Le Bon tocó prácticamente todos los instrumentos del disco salvo la batería-Stella Mozgawa de Warpaint, grabada de forma remota desde Australia- y saxofones, para los que contó con sus colaboradores de toda la vida Euan Hinshelwood y Stephen Black. Y mientras Cate y Samur trabajaban en el álbum, su pareja pintaba en la otra habitación un retrato abstracto que se convirtió en una especie de musa, con todos los sonidos e ideas reflejados en su figura astral. Como no podía ser de otra manera, el retrato se convirtió en la portada del álbum.

Le Bon quería inspirarse en su efigie para su nuevo disco, pero se preguntaba ¿cómo hacer “música que suene como una pintura”?. Si en su anterior disco de estudio ella se había aislado de forma voluntaria y se había retirado durante un año para aprender el oficio de construir objetos prácticos (sillas y mesas, en particular) mientras escuchaba a David Bowie, aquí parece que gran parte de aquel aprendizaje- no sabemos si también el artesanal- se plasma claramente ahora en su disco. Así, en Pompeii hay más sintetizadores que en cualquier disco anterior de Le Bon, y las guitarras, el bajo y los saxofones, al más puro estilo del Bowie en plena transición al plastic soul,  forman una base distorsionadora reflejo de sus sentimientos: “Pompeii fue escrita y grabada en un atolladero de inquietud (…) El dolor está en los saxofones”. Contradictoriamente, pese a toda esa aflicción, Pompeii es su álbum más pop- más synth pop, si prefieres- y que contiene además algunas de sus mejores canciones hasta la fecha, desde la titular, hasta la hipnótica French Boys, y, sobre todo, Harbour. Le Bon consigue articular en su sexto trabajo un álbum de art pop equilibrado que gustará- no necesariamente en igual proporción- tanto a los más vanguardistas como a los amantes de las melodías pop.

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