Nominados el pasado año al premio Juno como una de las bandas canadienses revelación de 2009 -y cuyo galardón ganaron injustamente The Stills, más que nada porque hace ya siete años que éstos debutaron con el magnífico Logic will break your heart-, el grupo formado por Warren Spicer (guitarra y voces), Matthew Woodley (batería y voces) y Nicolas Basque (guitarra y bajo) regresa ahora con un segundo disco bajo el brazo.
Planteada en un principio como banda completamente instrumental, según se desprende de su primer trabajo, Parc Avenue (2008), esa reconocible experiencia previa -desde la primera nota del álbum- añade valor al disco a medida que se va escuchando. Grabado entre Montreal y París, Plants and Animals difuminan en La la land un sonido que trae a la memoria, por un lado, algunas bandas de folk rock de los años setenta, y por otro a Roxy Music (con el consabido solo de saxofón de Colin Stetson de Arcade Fire en American idol) o a Talking Heads en la voz de Spicer. Saben diluir las voces y la melodía con la instrumentación hasta sus últimas consecuencias, pero sin ahogarlas (Undone melody, Game shows, Celebration), y en definitiva logran construir a partir de meras anécdotas (bromas en la grabación en Tom Cruz, hoteles californianos en Kon Tiki) una de las mejores colecciones de canciones de lo que llevamos de año.
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