Algo que hace a PJ Harvey prácticamente única en su género es que sabe reinventarse con cada disco, como una directora que cambia completamente de registro para su próxima película. En este nuevo trabajo, Harvey examina los conflictos pasados y presentes que rodean la actualidad. No son propiamente “topical songs”, donde la escritora hace solamente de observadora; aquí hay un plus de canción protesta, en las que el ayer y el hoy parecen fluir en continuidad (Gallipolli, Irak, Afganistán). Las crudas visiones del soldado que quiere olvidar se suavizan, contradictoriamente, en arreglos armoniosos, conformando así (On battleship hill, In the dark places, The glorious land) algunas de las mejores composiciones de su ya larga carrera.
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