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Mad Men, temporada final: primeras impresiones

MadMen

Después de siete temporadas, la serie creada por Matthew Weiner y estrenada en 2007, que recrea el mundo de la publicidad de los años 60 y 70, llega hoy a su fin.

La serie, cuya emisión es impensable en una cadena generalista, ya que los títulos de crédito juegan un papel tan importante como el resto de metraje, no sólo ha contado la historia de la compañía publicitaria creada por Don Draper y el resto de personajes, así como sus – a veces inescrutables- historias personales, sino que ha sido un recorrido histórico y musical de la década de los 60, concretamente desde la primavera de 1960 hasta verano de 1969.

Por ello, la música ha sido un componente fundamental a lo largo de cada episodio, con la inclusión de clásicos, entre otros muchos, como: The twist de Chubby Checker (MM teporada 1, episodio 8), Don’t Think Twice, Its All Right de Bob Dylan (MM temporada 1, ep. 13), You Really Got Me de The Kinks (MM temporada 5, episodio 11) o los minutos más caros, los de Tomorrow Never Knows de los Beatles (MM temporada 5, episodio 8), cuyos derechos le costaron a su director, tras mucho trabajo, 250.000 dólares.

En la última temporada, para New York Daily News, “el tono inquieto que ha impregnado el espectáculo desde el principio no disminuye a medida que comenzamos la etapa final de las aventuras y, presumiblemente, obtendremos una idea dónde irá todo el mundo cuando las cámaras se apaguen…” Para USA Today “es justo decir que las circunstancias están nuevamente obligando a Don Draper (Jon Hamm) a reflexionar sobre lo que tiene y quién es. La belleza del espectáculo, y de la actuación de Hamm, es la nave portadora de esa crisis a través del silencio y señales visuales… Lo que también es verdad es que Mad Men sigue siendo un espectáculo magnífico, uno que sea capaz de sostenerse -casi -en estado de trance”.Time aprecia en la nueva temporada que Mad Men parece haber llegado a un lugar acogedor, uno que permite a los escritores a enfocarse firmemente en los personajes, después de dejarnos a veces desconcertados por los intentos de incorporar en su narrativa más eventos desgarradores asociados a los años 60″. Para Entertainment Weekly señala el mérito de Mad Men en, contradictoriamente, “haber sabido destacar determinados valores americanos (que preconiza John Dos Passos) en personas que, precisamente, carecen de ellos.Es decir, la conciencia cultural, el valor para romper las reglas y el respeto a la diversidad”. Washington Post recuerda que la serie “es uno de los últimos supervivientes de la era triunfal de la televisión. Hemos visto descender lentamente sus mejores temporadas un peldaño o dos, a un estado de bueno o bastante bueno (…) Ahora, en la Edad de Plata, Mad Men desaparece tan bellamente – incluso con indiferencia – como era de esperar”.

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