El considerado uno de los mejores directores del cine iraní ha fallecido a los 76 años.
Kiarostami hizo películas de forma continua desde la primera, en 1977. Se adaptó a las exigencias de los censores en su país, y, a diferencia de otros cineastas, Kiarostami decidió permanecer en Irán después de la revolución, hasta los últimos años, donde filmó prácticamente toda su filmografía en el extranjero. Su consagración internacional llegó con la Palma de Oro del Festival de Cannes de 1997 por El sabor de las cerezas.
Preisamente, la semana pasada, Kiarostami fue invitado, entre 683 cineastas, a unirse a la Academia de las Artes y las Ciencias de Hollywood. En 2003, The Guardian le situó como el sexto mejor director en activo.
