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Los 40 años del debut de Kate Bush

The kick inside, el debut de una de las mejores solistas de todos los tiempos,  se publicaba el 17 de febrero de 1978.

Catherine Bush, que había estudiado piano y violín, había sido escuchada por un amigo de la familia, Ricky Hopper, quien llamó la atención al guitarrista principal de Pink Floyd, David Gilmour. Gilmour logró que Kate Bush, por entonces una niña de 15 años, grabara su primer demo. En su casa había escuchado los discos de sus hermanos, desde Billy Holliday a Roxy Music, pero también Elton John o David Bowie.

Con la ayuda de Gilmour, Bush firmó con EMI Records a los 16 años, aunque el sello esperó dos años más para que se preparara. Dejó sus estudios, comenzó a aprender danza con Lindsay Kemp, mimo y voz, y continuó escribiendo. Por aquella época ya había escrito unas 200 canciones, y en 1978, lanzó su primer single, Wuthering Heights, basada en el libro de Emily Bronte, y más directamente inspirado en la película de 1970 dirigida por Robert Fuest y protagonizada por Timothy Dalton y Anna Caulder Marshall.

Su precocidad quedó demostrada por el enfoque que adoptó en la canción, que afecta deliberadamente lo que sentía, en su adolescencia, la voz de una fantasmal Cathy, a quien consideraba una figura peligrosa y aferrada, que se acercaba a su amante, incluso desde la tumba. Wuthering Heights subió al número uno en las listas británicas cuando se lanzó en 1978- también alcanzó el #10 en España en septiembre del mismo año- y Bush se convirtió en una sensación de la noche a la mañana a la edad de 19 años. Era la primera vez que una cantante y compositora encabezaba las listas de éxitos con una canción escrita por ella misma.

El sonido de su álbum debut, The Kick Inside, era totalmente diferente a lo que dominaba en el Reino Unido en aquellos momentos, el punk y la new wave. Una colección de canciones que ella había escrito desde los 13 en adelante, algunas de las cuales mostraban referencias e imágenes sexuales extremadamente provocativas y sofisticadas, que y vendieron más de un millón de copias en el Reino Unido. “Son canciones sobre mitos y espíritus, no cuentos de hadas. Es mucho más que eso” había comentado una vez Kate Bush sobre la forma de expresarse a través de lo que ella consideraba su propio mundo.

Kate Bush fue,posteriormente, muy crítica con la forma en que EMI promocionó en EEUU su álbum, donde parecía que costaba encajar más. “La gente ni siquiera era consciente de que yo escribía mis propias canciones o tocaba el piano. Los medios simplemente me promocionaron como un cuerpo femenino. Tuve que demostrar que soy un artista en un cuerpo femenino.”

Incluso desde sus primeros trabajos, con el piano como instrumento principal, Bush tejió muchas influencias diversas, combinando música clásica, rock y una amplia gama de fuentes populares, componiendo una amalgama única que ha continuado a lo largo de su carrera. En 1980, con el álbum Never For Ever, la convirtió en la primera artista solista británica en encabezar las listas de álbumes del Reino Unido.

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