Bajo el nombre de Auditorium se esconde el músico de Los Ángeles Spencer Berger. Sus especializados conocimientos musicales se aprecian notablemente en esta corta obra -apenas treinta minutos-, que se presenta como una combinación entre el musical de Broadway y la ópera prima de un músico folk -“glam folk” se ha dicho de él-, con influencia de los pioneros del rock ‘n’ roll de los años 50, pero también con anclajes en figuras como Marc Bolan, Steve Miller o Elliott Smith. Con una instrumentación minimalista que intenta compensar con la utilización de coros (generalmente su propia voz superpuesta), el músico y cineasta -premio a la mejor película con Skills like this en el Festival de cine SXSW de Austin, Texas, en 2007-, logra presentarnos un buen puñado de canciones (I’m the enforcerer, One time never hurts, New York sky…) con el título del álbum como tema central de un trabajo que, para tratarse de un debut, logra un resultado más que apetecible.
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