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La película de la semana: Los Fabelman


Se estrena finalmente en nuestro país otra de las favoritas de los Premios de la Academia de Hollywood, cuya ceremonia se celebra este año en el mes de marzo.

La última película de Steven Spielberg ha recibido numerosos premios y nominaciones, incluyendo siete en la 95ª edición de los Premios de la Academia, entre ellos Mejor Película, Mejor Director, Mejor Actriz (Michelle Williams) y Mejor Actor de Reparto (Judd Hirsch) y cinco en la 80ª Entrega de los Globos de Oro, ganando Mejor Película de Drama y Mejor Director. Spielberg ya ganó el Premio de la Academia al Mejor Director por La lista de Schindler y Salvar al soldado Ryan, además de recibir otras seis nominaciones. Este podría ser su tercer Oscar.

La cinta es la enésima de la larga lista del subgénero coming-of-age con tintes autobiográficos que ha generado una buena producción desde el principio de los tiempos en la historia del cine, desde Zéro de conduite (1933) de Jean Vigo, que, a su vez, fue fundamental para el nacimiento de Los 400 golpes (1959) de François Truffaut, pero también My Childhood de Bill Douglas (1972), Amarcord (1973) de Fellini, American Graffiti (1973) de George Lucas, El espejo (1975) de Andrei Tarkovsky, la bélica Uno Rojo, división de choque (1980) de Samuel Fuller, El largo día acaba (1992) de Terence Davis, This Is England (2006) de Shane Meadows, la cinta animada Persepolis (2007) de Vincent Paronnaud & Marjane Satrapi, Las Playas de Agnès (2008) de Agnès Varda o, más recientemente, Dolor y Gloria (2019) de Pedro Almodóvar, Belfast (2021) de Kenneth Branagh o Armageddon Time (2022) de James Gray.

El origen de The Fabelmans se remonta nada menos que a 21 años, ya que en 1999, Spielberg ya había manifestado que llevaba tiempo pensando en dirigir una película sobre su infancia, con el título provisional de I’ll Be Home, proyecto escrito originalmente por su hermana Anne Spielberg, si bien tuvieron que pasar bastantes años para dar forma a esta idea. El nombre se cambió definitivamente a The Fabelmans, un apellido completamente ficticio, según el guionista Tony Kushner porque “siempre me ha gustado la palabra alemana ‘fabel’, que significa fábula. Y como la película es autobiográfica para Steven, pero no es realmente una autobiografía, ni tampoco es un documental, ya que también hay un elemento ficticio. Así que pensé que ‘Fabelman’ era un guiño a todo eso”.

El trabajo en el guión comenzó el 2 de octubre de 2020, durante los cierres causados por la pandemia de COVID-19, y duró apenas unos dos meses. Tony Kushner reflexionó sobre la experiencia: “escribimos tres días a semana, cuatro horas al día, y terminamos el guión en dos meses: con diferencia, lo más rápido que he terminado algo. Fue genial. Me encantó”. Spielberg entregó los borradores del guión a sus hermanas, Sue y Nancy, para asegurarse de que sus recuerdos se incluyeran en la historia y que los detalles en la película fueron representados con la mayor precisión posible. En marzo de 2021, se anunció que Spielberg dirigiría la película, y su participación como coguionista marcó su primera incursión en la escritura de una película desde A.I. Inteligencia Artificial (2001). Y es solo su tercer guión, después de la citada A.I. y Encuentros en la Tercera Fase, dentro de los 33 largometrajes del largo historial de Spielberg.  The Fabelmans es, además, la primera película del director nominada a un Oscar en la categoría de Mejor Guión Original, no así en la de guión adaptado, en la que Tony Kushner fue nominado tanto por Munich (2005) como por Lincoln (2012).

Durante el rodaje, todo el reparto obtuvo acceso a películas caseras, fotografías y recuerdos del pasado de la familia de Spielberg para saber cómo eran y cómo retratar sus personajes. Para las escenas de su protagonista, Sammy, en las que filmaba sus propias películas de 8 mm, Spielberg decidió que el personaje recreara exactamente las que él mismo hizo durante su infancia, y para ello trabajó con el director de fotografía Janusz Kamiński para asegurarse de que se retrataran con el mayor detalle posible. Para recrear las tres casas en las que vivió Spielberg durante su infancia en Haddon Township, Nueva Jersey, Phoenix, Arizona y Saratoga, California, el diseñador de producción Rick Carter trabajó a partir de los planos de planta que el director dibujó de memoria y luego tomó una licencia artística para adaptarse a la mentalidad emocional de Sammy. También hay un importante papel, como suele ser habitual, para el legendario compositor John Williams. Las piezas para piano de la película fueron seleccionadas por el propio director y grabadas para la banda sonora por Joanne Pearce Martin, pianista principal de la Filarmónica de Los Ángeles, que dirigió Williams.

Para gran parte de la crítica la autobiografía de Spielberg está entre las mejores de su trayectoria. Para ColliderSpielberg nos ha dado tanta magia a lo largo de nuestras vidas durante tanto tiempo- y The Fabelmans es otra obra maestra-  pero esta vez, mostrándonos cómo esta magia llegó a estar en su propia vida”. Según The New York TimesThe Fabelmans es, como dice el título, algo así como una fábula y maravillosa tanto en formas grandes como pequeñas, incluso si Spielberg no puede evitar suavizar los bordes más ásperos y potencialmente lacerantes. Es lo que hace; también es lo que la audiencia espera de él, y en ese sentido no hace más que ser complaciente”. Para Los Angeles Time “como todos los grandes narradores, Spielberg conoce el valor, la belleza, del artificio y el embellecimiento, así como la permeabilidad de la verdad y la ficción. The Fabelmans es tan hábil, transportadora y minuciosamente orquestada como cualquier otra cosa en su filmografía, y también divertida, conmovedora e implacablemente triste” y según Entertainment Weekly “porque es Spielberg, todo está bellamente representado, meticulosamente, y no poco vidriado en un sentimiento melancólico: una oda infinitamente tierna, a veces brumosa, a las personas que lo criaron y la singular pasión por el cine que lo formó”. Y para Vanity Fair “no todas las memorias son generosas. Puede ser intrigantemente solipsistas o enloquecedoramente vanidosas. Pero debido a que siempre ha habido un vacío curioso en la personalidad pública de Spielberg, alegre y comprometida, pero nunca conocida del todo, The Fabelmans se siente como un regalo”.

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