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Absynthe Minded (Sala Bikini, Barcelona, 23-11-2012)

La música siempre vencerá.

Parecía una broma pesada, un adelanto injustificado del día de los Inocentes: el jueves por la mañana el ayuntamiento de Barcelona clausuraba la sala Apolo temporalmente, debido a problemas estructurales, y por consiguiente, quedaban en el aire un buen número de conciertos programados en los locales de referencia del directo barcelonés. Entre ellos estaba el de Absynthe Minded, que tras Balthazar, cerrarían la semana belga de Apolo. Con tan poco tiempo disponible para reorganizar todo, y la dificultad para encontrar algo a la altura de lo perdido, queremos desde aquí enviar nuestro agradecimiento y felicitación a Eneida, de Fever! Productions, y a Chispas Music por la exitosa reubicación del bolo en tiempo record, que se trasladó a la sala Bikini. Media Barcelona sigue consternada por la noticia, pero al menos, durante la hora y media que duró Absynthe Minded las cerca de 250 personas que asistieron debieron pensar y sentir que la música siempre vencerá; sea cual sea el enemigo.

Desgraciadamente, no salió indemne el sonido de la banda en su visita a un país que infravalora tan descaradamente la cultura como el nuestro: aunque estoy convencido de que Bikini era la mejor opción, mostró determinadas limitaciones que tienen que ver tanto con la proporción de dimensiones del local como con la interpretación que tal estructura hace de una música elegante y cuidada como es la de Absynthe Minded. Acostumbrados a no tener que debatir sobre si sonó correctamente o no un concierto en Apolo (o, como habría sido en este caso, en La[2] de Apolo), el de ayer resultó en exceso contundente: más rudos y ruidosos de lo que deben ser habitualmente los belgas en directo; y tanta amplificación redujo, en momentos particulares, determinados efectos y detalles de sutileza que tanto caracterizan esa elegancia y buena educación que tiene la banda.

No obstante, la actuación de Bert Ostyn y compañía fue sobresaliente: más allá de cómo rebotara en las paredes su sonido, Absynthe Minded se mostró como una banda fiable, entregada al buen hacer, remarcando bien sus virtudes y creando un espectáculo dinámico y siempre cambiante. Tocaron casi todo su último Cd, As It Ever Was (AZ [Universal], 2012), abriendo con How Short A Time y Fighting Against Time, acelerando You Will Be Mine, y conformando una primera parte eminentemente pop-rockera, con End Of The Line y Only Skin Deep como epicentro. Destacaron, en esta vertiente de estirpe del rock noble, sus temas quizá más apreciados: My Heroic, Part One y Envoi. La primera padeció un poco el exceso de contundencia, y aunque resultó intensa, la pausa se ahogó en una profundidad sin fondo.

Pero también hicieron mención a sus influencias pasadas: de la música gypsy mediante Crosses, y del jazz en esa locura tipo The Doors que es Multiple Choice y, sobre todo, en People Of The Pavement, incalculable reliquia de su primer álbum, Acquired Taste (Keremos, 2004). Eso, en una segunda parte tal vez más impactante, heterodoxa y visceral, pero en la que mantuvieron intacta su etiqueta. Entonces, ya casi de cierre, sonaron seguidas Space y 24/7, dos de las canciones bandera del As It Ever Was que, como siempre, hace que recordemos el sonido del último Cd que escuchamos de Absynthe Minded. Porque los belgas dejan poso, un sabor de boca en el paladar, suave pero con carácter, que poco a poco va haciéndose más y más reconocible. El concierto estuvo plagado de momentos, fraseos melódicos y sonidos que solo podían provenir de Absynthe Minded; pese a la diversidad de estilos que pueden acariciar. Dos signos de evidente personalidad.

Pienso que tras cinco discos editados, y con un estilo que hace tiempo alcanzó su plenitud, a los de Gante les llegará la notoriedad pública cuando menos se los esperen. Reúnen todas las condiciones, y tal vez den el salto de popularidad cuando entren definitivamente en el mercado anglosajón. Entonces se les rescatará como grupo veterano, referente para la nueva hornada de artistas que, en su país, encabezan los propios Balthazar, banda que, como pudimos apreciar esta misma semana, debe mucho a Absynthe Minded. Quién sabe, quizá dentro de unos años triunfe internacionalmente la escena pop-rock belga, con grupos como los propios Balthazar o Creature With The Atom Brain, en un tono más alternativo, y más allá de dEUS, se pueda hablar de Absynthe Minded como de una de las bandas pioneras. Les sobra calidad. Pero de momento solo podemos lamentar su triste invisibilidad para el gran público.

Fotos de Pablo Luna Chao.

Escucha el setlist del concierto en Spotify.

O míralo aquí!)

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