La esperanza de Hope Of The States es esa virtud teologal por la que se espera con firmeza que Dios les muestre el camino hacia el dramatismo en estado puro, no sin pasar por todos los derechos y obligaciones que tiene cada uno sobre sus creaciones. Oscuridad y ruido son elementos clásicos en su música, pero la virtud de provocar pequeñas y limpias luminosidades sonoras hace que ésta sea una mezcla de lo más curiosa.
Cuando empieza el instrumental The black amnesias uno ya puede empezar a intuir lo que hay detrás de esas composiciones: melancolía, tristeza, rabia y esperanza. Una mezcla de vibraciones que suben y bajan hasta llegar a Enemies/Friends, en la que Sam Herlihy nos presenta por primera vez su voz. El toque de distinción es para Mike Siddel, que con su violín y sus arreglos de cuerda crea armonía o caos en según qué momentos. The red the white the black the blue es de las canciones en que la voz de Herlihy parece desgarrada y en constante crecimiento. Lo sombrío y la sencillez vuelven a inundarnos en Black dollar bills, uno de los temazos del disco, siendo Nehemiah el que engancha desde la primera escucha con su hechizado y bello final. 1776 es el corte más épico, quizás el más dramático, y el que cierra el disco, no sin dejar un espacio en blanco en la finalización de la canción para que, minutos después, suene un hidden track antes de la clausura definitiva.
La trágica muerte de Jimi, guitarrista, el día 15 de enero de 2004 en los mismos estudios de grabación hizo que la finalización del álbum tuviera un sabor agridulce. Ese suicidio fue por lo que quizás la prensa inglesa les ha dado más publicidad, aunque no creo que les hubiera faltado. The lost riots ha supuesto un interesante álbum debut de esta banda inglesa de Chichester. Esperemos que sigan adelante y que nos puedan mostrar mas paisajes sonoros tan brillantes como los de éste su primer trabajo.