De las formaciones más enajenadas y que menos te puedes tomar en serio surgidas en los últimos años destacan sobremanera los Foxy Shazam. La formación de Cincinatti es uno de los primeros fichajes del relanzado sello I.R.S. Records, que publicó discos célebres en los años setenta y ochenta de grupos como Oingo Boingo o The Fine Young Cannibals. La banda liderada por el delirante Eric Sean Nally- que imita los falsetes y la imagen de Freddy Mercury sin ningún complejo- nos recuerda que el rock & roll no tiene que tomarse siempre como un doctorado permanente, como demuestran en títulos como Welcome to the Church of Rock and Roll o estribillos incalificables como “That’s the biggest black ass I’ve ever seen, and I like it! I like it!” que interpretan en el single I like it. The Church of Rock and Roll, ya el cuarto disco de la formación, es un desfile de Carnaval, una descarga de adrenalina si quieres en forma de rock, glam y ska llevados al extremo, un disco extravagante no exento incluso de canciones brillantes (Wasted feelings), que al menos durante unos cuantos minutos podrá llevar a otro estado tu apatía más recalcitrante.
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