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El test de las 5: El Pardo

ElPardo

Hoy nos visita Raúl Querido, vocalista y letrista de la formación madrileña El Pardo, que acaba de editar su tercer disco de estudio, con el título de ¡Europa SÍ! y un caso extraño en el panorama pop español, que, lejos de pasar de perfil por la actualidad política y social de nuestro país, ha editado un álbum profundamente crítico y comprometido. El 6 de mayo El Pardo estarán tocando en la Sala Caracol con Melange, como parte del festival Sound Isidro 2017.

Lugar y fecha de nacimiento: El Pardo nace en Madrid. La fecha de puesta en marcha no la recuerdo. La de presentación en sociedad sí: fue el 2 de febrero de 2013, en una fiesta a beneficio del Madrid Popfest, en la sala Fotomaton, con Célica XX –que es posible que también debutaran en directo­– y Caballo Roger.

Dirección actual de ensayo, corte y confección: Vivimos todos en Madrid. Ensayamos en un local que es un garaje reconvertido, muy cerca de Puerta del Ángel. Lo compartimos con otros grupos, entre ellos Alborotador Gomasio o Puzzles y Dragones.

¿Qué líquido – o sólido- elemento suele serviros de gran ayuda en el proceso de escritura y/o composición? No nos castigamos apenas en los ensayos. A veces bebemos cerveza, pero no siempre. Lo que sí es habitual es que picoteemos sólidos no muy saludables, aperitivos infames. Para contrarrestar, a veces tomamos antes una tapa de tortilla del Bar Luis –de las mejores de Madrid– o un perrito vegano después del ensayo en El Triángulo de las Verduras, que recomendamos.

De todas vuestras influencias, ¿cuál podría ser la que más nos podría sorprender a primera vista? Nos gustan cosas muy variadas, aunque no creo que nos parezcamos demasiado a la mayoría de ellas. Supongo que si decimos que nos gustan The Fall o Bikini Kill cuadra más fácil que si declaro que, al menos un 60% del grupo, es fan de Los Rodríguez. Yo, por ejemplo, soy muy fan de Peaches y de Manu Chao ¿se nota?

Imaginaos la situación ¿Cuál sería vuestra primera medida nada más ganar las elecciones? ¿Presentarnos, aunque sea retrospectivamente? La sorpresa no sería mucho menor, pero resultaría algo más fácil de defender nuestra victoria. De momento vamos a seguir sin presentarnos pero, si salimos elegidos aún así, prometemos esforzarnos en hacerlo, como mínimo, tan bien como Mariano.

Vuestras letras no se andan con circuloquios, incluso algunas están dedicadas (Un yerno ideal, Pdrsnchz) ¿sois conscientes de que ello puede limitar vuestra audiencia de alguna forma o eso es algo que no os preocupa? Las canciones con nombre hay a quién no le hace mucha gracia, y no por alinearse con los aludidos. Supongo que, si llegan a algún fan muy fan de Rivera o Sánchez, quizá puedan ofender sus filias. Pero ¿perder oyentes? No sé. Nos gustaría llegar a mucha gente pero, siendo realistas, lo más probable es que nos escuche un público afín a lo que hacemos. Al final esas dos canciones son de las que más reconocimiento tienen. Yo no creo que sea facilón: la de Albert es una fantasía que pienso que está fuera de las burlas más usuales; y la de Pedro va más allá de su figura –esa es la excusa– y trata sobre como el tiempo pasa y, aunque se haya despeñado el status quo socialdemócrata, tampoco acabamos de vislumbrar algo que lo sustituya.

Y, en general, ¿creéis que los músicos tienen la responsabilidad de tener un mensaje político o social en sus letras? Cada cual hará bien en hablar de lo que quiera y como quiera. Creo que la responsabilidad de una persona que crea un contenido y lo comparte bajo cierta forma artística, será que contenido y forma digan algo y, siempre que se pueda, que ese algo sea único. No completamente original, sino único en el sentido de que nadie más pudiera ofrecer algo exactamente igual. Y –aquí viene lo más maravilloso– que esa unicidad no impida que otras personas hagan suya esa obra y la entiendan como algo que les atañe. A nosotros, compartir nuestras inquietudes vitales, haciendo incapié en ciertas preocupaciones políticas y sociales, nos ha puesto en contacto con otras personas que, en respuesta, nos transmitís vuestras dudas, inquietudes, opiniones… eso es enriquecedor, y crea vínculos. ¡Gracias!

¿Cuál es vuestro recuerdo musical- en forma de disco, actuación, familiar…-que hiciera que os dedicáseis a esta profesión, si es que es realmente vuestra profesión? No es una profesión. Pero sí una pasión. Supongo que cada integrante del grupo tendrá su momento clave. Yo he dedicado mis mayores esfuerzos a las dos cosas para las que me dijeron, en el cole, que yo no valía: el deporte y la música. Lo de la música también como vehículo de expresión añadido a escribir, que ha sido siempre lo mío. Si busco un momento clave en el que pensase: esto es lo que quiero yo, sería cuando vi el videoclip de Common People, de casualidad y por primera vez. Tengo ese recuerdo fundacional, pero también el de que no generó un curso de acción a continuación. Pasaron 12 años desde entonces, hasta que un día me senté a intentar hacer una canción.

¿Qué grupo o disco coincide que tengáís todos siempre en el ‘walkman’? Yo creo que Fugazi nos gusta mucho a todos. Así que podríamos ir escuchando 13 songs todos a la vez, cada uno con sus cascos. Todos aislados y, simultáneamente, todos en comunidad.

¿A qué músico/banda de otra década os hubiera flipado ver en directo? He llegado a ver a Lou Reed y a Alan Vega, que son dos grandes fuentes de inspiración para mí. Si pudiera viajar en el tiempo, querría disfrutar de Jacques Brel y de Janis Joplin en vivo. Y vivir la escena krau, a Neu! especialmente. Y a ver, en su momento, a Throbbing Gristle y a DAF. Y hay una folclorista vasca que cantó hasta los noventa y tantos, Maurizia Aldeiturriaga, en cuya voz pienso muchas veces, en cómo sería escucharla en persona.

Seguimos hablando de música en vivo…¿Dónde os sentís más cómodos tocando, en festivales al aire libre, teatros, locales cerrados, cumpleaños, convenciones…? Sólo hemos tocado en un festival grande, que fue el FIB. Y fue una experiencia estupenda para nosotros. El escenario, la potencia de sonido, el trato de la organización… no diríamos que no a un festival, si las concidiones son lógicas. Fuera de eso, nos gusta mucho tocar y en Madrid lo hemos hecho en casi todas las salas de tamaño pequeño y mediano. En Moby Dick, Juglar, Siroco, Wurlitzer Ballroom, hemos estado como en casa. Cada una tiene sus puntos fuertes. El próximo concierto será en Caracol, nuestra primera vez allí, y nos hace mucha ilusión. En Barcelona también hemos disfrutado tocando en salas grandes, como el Apolo, y muy bien. Conciertos en salones no sé si daremos alguna vez, pero tocar en espacios más cercanos, como Vaciador en Madrid, Hi Jauh en Barcelona o, cuando podamos ir, el Liceo Mutante en Pontevedra, eso es de lo que más disfrutaremos siempre. Tocar a la misma altura que el público y que quede claro que, un concierto, es una experiencia multidireccional y compartida.

Ha habido alguna actuación en la que os hayáis sentido fuera de lugar, o bien, alguien del público haya hecho algo que os haya molestado. Ha habido situaciones en que la sala se ha caldeado antes y otras veces que ha costado más. Pero creo que de cada concierto sacaríamos algo bueno. Incluso hubo una vez en que el sonido fue atroz, y hay amigas que recuerdan ese concierto como algo especialmente épico. Nos gusta sonar bien, pero sobre todo nos gusta que el público se sienta metido en el concierto. Tocar bastante alto ayuda a captar la atención, creo.

¿Qué consejo deberíais haber escuchado, pero no lo hicisteis? No estoy muy seguro de que hayamos recibido ese gran consejo que nos hubiera cambiado la vida. Lo que sí te puedo decir es que, la apuesta por la gestión propia de los asuntos del grupo es un cambio con ciertas dificultades que a veces te hacen dudar de que sea el adecuado. Pero también hay premios, que quien es más “manejado” externamente se pierde, y que no creo que pudiéramos renunciar alegremente a ellos.

Ese grupo o solista nacional de cualquier década que merece/mereció más repercusión de la que tuvo: Hemos grabado una versión de EskimalesNuevo plan de jubilaciones–. Se trata de un grupo bastante poco conocido pero que, a muchos de los que tuvimos la suerte de disfrutarles en directo hace unos años, nos marcó mcucho. Su disco “póstumo” lo ha editado hace unos meses Aplasta tus Gafas de Pasta. Ya es tarde para verles en vivo, pero nunca es tarde para descubirles y reivindicarles.

¿Hay alguien con quién- desde el punto de vista musical- os hayan comparado que jamás hubiéseis imaginado? No es una comparación, pero el algoritmo dichoso, ahora que estamos en Spotify, nos junta con Anntona.

Un momento especial que os haya dado la música, que no sea un concierto propio:Para mí, uno de los momentos más especiales que se han producido con El Pardo fue cuando unos chavales de mexicanos nos escribieron para decirnos que se ponían nuestra música antes de ir a las protestas por los estudiantes asesinados en Iguala, entregados por la policía a un grupo de sicarios. Nos decían que las canciones les daban ánimo antes de ir a jugarse el cuerpo en las manifestaciones.

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