En julio de 1971, The Allman Brothers editaban At Fillmore East, doble álbum que recogía los directos ofrecidos por la banda en el Fillmore de Nueva York unos meses antes. Con el tiempo terminaría convirtiéndose en uno de los discos en vivo más recordados de la historia del rock. Se cumplen ahora 45 años de aquellos conciertos, pretexto ideal para poner en marcha The Fillmore Band y rendir tributo a un grupo que, al menos por estas tierras, no ha tenido, creemos, el suficiente reconocimiento. Tal vez el que nunca pisaran nuestro país tenga algo de culpa. Tampoco insistieron mucho en la conquista de Europa.
Salva Marina (voz y teclado), Fran Pacheco y Jesús Zotano (guitarras), Pete Wallbridge (bajo) y Eusebio Flores y Dani Cuenca (baterías) repasan, pues, parte de aquel mastodóntico directo junto a otros temas de la primera etapa de la formación. No es extraño acercarse a este tipo de celebraciones o tributos con cierto recelo: la materia prima es apabullante, mítica, ¡amedrentadora! Continuamos bailando -y llorando- cuando suenan sus canciones. Pero The Fillmore Band patean todas las dudas que podamos tener desde los primerísimos acordes. Las versiones, corteses con las originales, se suceden ante nuestros oídos alucinados. El hammond y el vozarrón de Salva, las conversaciones eléctricas entre las guitarras de Pacheco y Zotano, y la sólida base rítmica que fabrican el bajo de Wallbridge y las baterías, terminan conformando una espléndida recreación del repertorio más aplaudido de los Allman Brothers.
No faltaron Statesboro Blues, In memory of Elizabeth Reed o You don’t love me, entre muchas otras como Trouble no more (versión que popularizó Muddy Waters y que publicaron en 1972 dentro del disco Eat a peach) y un Ramblin‘ Man que contó sobre el escenario con las aportaciones del guitarrista Canío Reus (Motel Caiman) y el teclista Eduardo Díaz (Bud Spencer) para colmar de guindas el pastel de una memorable velada.
Muchas gracias por estas bonitas palabras Francisco!!