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Los 50 años del debut de Nico

Se cumplen 50 años de uno de los discos más celebrados en la década de los 60: Chelsea hotel.

En 1967 Nico – la alemana Christa Päffgen – se había convertido en la musa de Warhol para su Factory, apareciendo en cintas como Chelsea girls (1967) o Imitation of Christ (1968), y tal era su influencia sobre el artista, que su coliderazgo en la Velvet Underground era una condición de Warhol para convertirse en productor y manager de la banda. Desde su llegada a Londres, Nico había conocido a los Stones, e incluso grabó un single bajo el padrinazgo de su manager, Andrew Loog Oldham con una canción de un desconocido Jimmy Page. Pese a la reticencia del resto del grupo- sobre todo de Lou Reed- es indudable que su presencia contribuyó a la expansión mediática de la Velvet. Según David Antrim, crítico de Art News, en 1966: “Nico es impresionante. Su rostro macabro refleja con una gran belleza el memento mori, es el maravilloso momento de la muerte que viene de una cabeza rubia”.

La grabación del debut de Nico se produjo semanas antes de su marcha de la banda. En esos días, la cantante actuaba en directo en uno de los clubs neoyorkinos de Warhol, The Dom, que más tarde se convertiría en el Electric Circus. En las primeras actuaciones cantaba acompañada de una cassette, pero posteriormente encontró el acompañamiento a la guitarra de músicos como Tim Hardin, Tim Buckley o Jackson Browne.

Producido por Tom Wilson, Chelsea Hotel incluía la participación de Reed, Cale y Morrison, así que, prácticamente, era un disco de la Velvet. Si no estaba Moe Tucker era porque, simplemente, Wilson no quería batería ni bajo, para disgusto de la propia Nico, que confesó años más tarde que le horrorizaron los arreglos de cuerda y la flauta añadidos por Larry Fallon. Además, un por entonces desconocido Jackson Browne – un noviete que se había trasladado de California a Nueva York- contribuía en una de las canciones y participaba en la guitarra. Hoy en día These days se considera una de las canciones emblemáticas de su autor.

El álbum estaba compuesto por canciones melódicas de pop folk cantada por una moderna Marlene Dietritch – decía Morrissey sobre uno de sus discos favoritos de juventud-, salvo el cierre avant garde de It was a pleasure then, con autoría de Reed/Cale y la propia Nico. Según confesaba Morrison en una entrevista: “Nico tenía dos voces: una era completamente germánica, gotterdammerung, que no me entusiasmaba, y otra, una voz difuminada que me encantaba”. Además, Chelsea Hotel incluía composiciones de Tim Hardin y de Bob Dylan (I´ll keep it with mine), una canción que el artista le había regalado después de conocerle en Nueva York.

No fue, sin embargo, este álbum el que contribuyó en mayor medida al nacimiento del mito. Según comentó John Cale a los pocos días de su fallecimiento, fue Nico, y nadie más, la única que  mantuvo el espíritu de la Velvet en su música. Así, con discos posteriores- con producción del propio Cale- como The Marble Index (1969) – se dice que con la participación de su entonces amante Jim Morrison – y The End (1974), ya acompañada con el sonido espectral de su armonio, se considera a Nico musa del rock gótico y enorme influencia de artistas como Patti Smith, Bauhaus, Sisters of Mercy, Siouxsie Soux o Björk. Nico falleció en Ibiza el 18 de julio de 1988, como consecuencia de un accidente en bicicleta.

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