Un avión que conecta Nueva York y Madrid, una terminal, Continental 62, es el nombre que inspira el título del nuevo disco de Christina Rosenvinge, esta vez grabado en España. Continental 62 (Søster Records / DRO Atlantic, 2006) cuenta, de nuevo, con la presencia de Lee Ranaldo, Tim Folhan, Jeremy Wilms y Steve Shelley, a los que se añaden las instrumentaciones de Charlie Bautista (Melusa) y las colaboraciones de Fon Román y Suso Sáiz (también productor del álbum junto a la compositora).
Este disco es, básicamente, un hilo aéreo que conecta, canción a canción, sentimientos encontrados: lo dulce, lo amargo, el amor, la tristeza… Letras que no pueden dejar indiferente, melodías suaves, unas veces cercanas al universo infantil de CocoRosie, otras con una complejidad difícil de escuchar en el pop actual, como ocurre en A liar to love. Lo mismo sucede con la parte armónica; los coros y el piano, casi siempre presentes, complementan suavemente los fondos espesos de temas como I look at your window o Tok tok. Si Frozen pool era un disco sencillo y Foreign land contaba con una composición más complicada, Continental 62 es la mezcla perfecta de ambos trabajos, donde la cantante ha reunido temas muy melódicos y transparentes como Jelly o Teclas negras, con otros duros y tajantes como Helicopter song.
Las letras de Continental 62 tienen, quizá ahora más que antes, una gran importancia: “Angels keep us dreaming ’cause angels pay no rent” (Continental 62); “Moonlight is cooler everyday and it’s coming close to us” (Jelly); “Se puede renacer sólo tras la humillación” (Tok tok); “Los días se hacen largos, el desaliento viene y va como una moda” (Teclas negras)… Son éstas algunas de las frases que, unidas a la melodía vocal y las armonías instrumentales, hacen que las canciones puedan gustar más o menos, pero que para nada pasen desapercibidas.
Teniendo en cuenta cómo va la música en nuestro país, comercialmente hablando, esta artista no lo tiene fácil, sobre todo si a ello le añadimos el recuerdo musical que se suele tener de Christina Rosenvinge en la década de los 80. Aunque, visto desde otro ángulo, por fin aparece en el mercado español un disco diferente, cuidadosamente tratado y con una madurez que ya se echaba en falta. Continental 62 es un álbum repleto de recursos y con una gran sensibilidad, perfecto para escucharlo con especial atención.
