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Ani Difranco – So Much Shouting, So Much Laughter

La prolífica cantautora folk americana Ani DiFranco- once álbumes de estudio en una década- vuelve a la carga en 2002 con So Much Shouting, So Much Laughter, un doble compacto de grabaciones en directo, el segundo que realiza de estas características, tras el celebrado Living In A Clip (1997). No en vano, la cantante de Buffalo- creadora de su propio sello discográfico, Righteous Babe- siempre ha dicho que su música adquiere verdadero significado en directo y otorga una importancia primordial a la sintonía establecida con el público, generalmente en locales de aforo relativamente reducido, a lo largo de continuas giras que lleva a cabo de lado a otro del Atlántico.

Este nuevo trabajo se compone entonces de dos Cds, presentados en teoría con una organización distinta. A decir de la cantante, el primero de ellos, Stray Cats, contiene un elenco de temas recurrentes en sus espectáculos, junto a determinadas “anomalías”. Por otra parte, Girls Singing Night, poseería una estructura más compacta como show independiente, con encore incluido, además de contar en el plano temático con algunos de los temas de contenido más militantemente femenino de su carrera. Tal distinción, no obstante, no acaba de resultar especialmente convincente y , de este modo, no se encuentran diferencias realmente palpables entre primera parte y segunda. En ambos casos, se trata de una selección de temas ejecutados en diversos shows con la banda que acompaña a DiFranco desde 2000. En ella abundan los ejemplos de reformulaciones notables de temas antiguos, algo coherente con la filosofía de la cantante, para la que no existe ninguna versión de estudio perfecta y que considera que una canción es un ser vivo, que evoluciona y que cambia de año a otro. Resulta además evidente lo a gusto que se siente en escena, a juzgar de las jocosas introducciones y de los diferentes guiños dirigidos al público, además de los ocasionales montajes que llega a realizar uniendo dos temas diferentes para culminar mezclando acordes de los dos.

La selección del conjunto queda fuertemente marcada por la inclusión de una gran cantidad de temas, hasta ocho de un total de veintiséis, del que hasta ahora supone su último album de estudio, Revelling /Reckoning (2001), del que en buena medida la gira que da lugar a estas grabaciones constituía una promoción. En él quedaba patente la constante inquietud musical de la cantante estadounidense, quien incorporaba nuevos ritmos y texturas muy cercanas al jazz, dentro de un conjunto donde la instrumentación alcanzaba una relevancia primera, de lo que resulta una muestra significativa la presencia de hasta seis temas instrumentales. Ahora bien, este doble disco, si bien contenía una decena de cortes formidables- como Grey o las aquí ausentes Subdivision o Heartbreak Even– , dejaba ver una cierta desidia en la composición de un porcentaje importante del total, donde o bien no se conjugaban con acierto los nuevos estilos o bien se reincidía en una variación monótona de otras interpretaciones más puramente folk. Varios títulos de este último grupo ( como los dos que daban nombre al compacto) se encuentran en So Much Shouting, So Much Laughter, lo que lastra una selección de la que se echan en falta una treintena de cortes infinítamente superiores. Por otra parte, la novedad que supone la incorporación de una banda en sus conciertos ha favorecido la experimentación musical con temas clásicos, a los que se les introducen ahora saxos, trompetas o percusiones totalmente nuevas, lo que si bien resulta estupendo en la relectura de determinadas canciones- como es el caso de My IQ o de la estupenda Swan Dive, de aquel formidable Little Plastic Castle-, en otras aparece como una aproximación errónea o inadecuada a temas que funcionan mucho mejor en su versión original, como 32 Flavors o Cradle And All. Por otra parte, el disco contiene tres nuevos cortes, entre los que destaca la terrible Self-Evident, el tema que la izquierdista cantautora compuso inspirada en los acontecimientos del 11 de Septiembre. Inicialmente concebido como poema, aquí aparece acompañado de una muy adecuada instrumentación que sabe subrayar los momentos de mayor intensidad del corte, en el que la autora arremete con una furia enorme contra la política exterior, el gobierno y las instituciones de los Estados Unidos, dejando caer como losas frases lapidarias ( del tipo Estados Unidos no es una verdadera democracia, Si nos quitan nuestras Play Stations somos un país tercermundista o Dile a nuestro gobierno que saque su gran polla de las arenas del desierto de otra persona) para reivindicar la necesidad de reflexionar y sacar lecciones de los atentados. Self-Evident es toda una experiencia, que absorbe y emociona a lo largo de sus nueve minutos de inteligente lírica, agresividad contenida o no y compromiso político.

So Much Shouting, So Much Laughter será sin duda una delicia para los fans de la cantautora, que se deleitarán ante la enorme intensidad y el clima de complicidad que exhalan sus actuaciones en directo. Por su parte, los neófitos tendrán mayor dificultad para disfrutar con las excéntricas variaciones de Tamburitza Lingua o apreciar la tremenda fuerza de To The Teeth. Sin embargo, en otros casos, sólo podrán admirar la eléctrica intensidad que Jukebox adquiere en concierto y emocionarse ante ese bellísimo final con You Had Time. Y a unos y otros sólo nos queda esperar que, siguiendo la tradición de los últimos tres años, Ani DiFranco se acerque para ofrecer unos cuantos recitales y que podamos comprobar en persona y en directo lo que tan apasionante se anuncia en grabación.

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